El abogado que denunció a Francisco Olivera Fuster, más conocido como el “Padre Paco” habló en la 99.9 sobre la manera en la que usurparon la capilla de la Isla Maciel y los negocios que mantenía junto con Hebe de Bonafini.
La aparición pública nuevamente del Padre Paco luego de las elecciones indicando que quien votó a Milei no se acerque a la iglesia donde es párroco para pedir asistencia; despertó otro tipo de intereses en torno a la figura de Francisco Olivera Fuster, como su arribo a ese lugar de privilegio.
El abogado Hugo Icazati presentó una denuncia penal contra el “Padre Paco”, originalmente ciudadano español acusandolo del delito de “Usurpación de títulos, Defraudación, Incitación a la violencia, Defraudación y atentar contra el orden democrático”.
En declaraciones a la 99.9, el letrado señaló que “es un personaje oscuro, hace años que tengo historias sobre él desde que entro a defender a Monseñor Fresia a quien le tomaron la famosa capilla de la Isla Maciel. De ahí viene la Fundación Isla Maciel de este sujeto con Hebe de Bonafini y Madres de Plaza de Mayo; ahí le toman la capilla y ponen a este hombre que pasó a ser una iglesia militante. Había fotos de Cristo, los santos, junto al Che Guevara, Hebe de Bonafini y Néstor Kirchner”.
A partir de las investigaciones que se pudieron llevar adelante, empezaron a encontrar una fundación que era literalmente financiada por el Estado: “hay muchas cosas raras. Este hombre arrastra una Fundación Pibes que trae de España con aportes que, en principio eran para la fundación, y luego cambia y pasa a ser para su hermana. Lo extraño es como una Fundación estaba sponsoreada por oficinas públicas como la Provincia de Buenos Aires, el Ministerio de Acción Social, YPF; todas empresas del estado y entidades públicas. Eso es algo inédito que yo no vi nunca”.
A partir de la presidencia de Javier Milei, Icazati indicó que algo tendría que cambiar para que estos hechos no se sigan dando y los responsables sean enjuiciados: “creo que se debe hacer una buena reestructuración, revisar todo y mucha gente tendría que rendir cuentas. Hay cierto sector de la iglesia, los curas villeros por ejemplo, que dejaron lo religioso para militar por una izquierda agotada en el mundo entero”.
Lo peor de todo, es que el abogado señaló que es algo conocido por mucha gente pero que nunca sale a la luz: “esto se sabe hace años pero no se comunica. Eso los lleva a dejarlos que crezcan y sigan en sus cosas. Es un deficiente accionar de la justicia también; hay ejemplos concretos como cuando el juez Martínez de Georgi fue a buscar a Hebe de Bonafini que dijo que no iba porque no quería y se escapó en un combi. Cuando ella quiso, se tuvo que presentar el juez en Madres de Plaza de Mayo. Un juez en serio no puede hacer eso”, comparó.