El abogado habló en la 99.9 sobre el robo de celulares que se dio en Mute durante el pasado fin de semana donde fue afectada su hija y dio detalles de la actuación policial que sólo se preocupaba por el tránsito.
El robo de celulares pasó a ser un problema presente en casi todos los espectáculos masivos del verano marplatense. Pero en particular, el pasado sábado en Mute, los afectados reclamaron la falta de atención policial ya que, a pesar de un fuerte operativo, no dieron respuesta alguna.
El abogado Juan Manuel Demarchi fue uno de los afectados porque su hija sufrió el robo de su teléfono y contó lo sucedido en la 99.9: “el fiscal De Marco se interesó en la cuestión y se pudo avanzar en la atención de las víctimas que no se dio hasta ese momento”.
Incluso destacó que tuvo que moverse desde su profesión para encontrar algún tipo de respuestas ante lo que fue el destrato policial el fin de semana: “la maquinaria se puso en funcionamiento por esfuerzos personales. Lo que vi el sábado a las 4.30 de la mañana fue presenciar una situación que en cualquier momento derivará en una tragedia o algo más grave que el robo de un celular. Cuando me presenté en el lugar, no sólo estaba mi hija, sino varias personas en general mujeres llorando y manifestando la situación ante el numeroso personal policial que había en la zona. Ver semejante cantidad de recursos humanos y económicos sólo interesados en controlar el tránsito es algo que nunca pensé que vería”.
Ante la insistencia de las jóvenes llorando por la situación, nadie accionó en ir a buscar a las personas que habían robado: “las chicas lloraban y les decían que le acababan de robar y estaban dentro de la fiesta los que lo hicieron pero la policía les respondía que circulen y vayan a hacer la denuncia. Ante la desesperación de la gente que preguntaba donde hacer la denuncia, les daban una dirección inexistente y el personal policial se negaba a llamar al 911 o meterse en Mute para requerir información. Un desamparo y desatención para las víctimas que estaban sin contención”.
La sustracción de teléfonos fue masiva pero no les importaba demasiado a los efectivos que insistían con hacer tareas sólo de oficiales de tránsito: “se habla de alrededor de 75 robos en la fiesta que se desarrolló en Mute solamente. Creo que la provincia y la municipalidad tienen que tomar medidas. Todo esto lo veían sentados en una camioneta. Lo único que les importa es el tránsito y que los autos circulen con las balizas puestas. Mientras yo ingresaba al local, mi mujer se paró en la banquina con el auto y vino el personal policial a pedirle que circule. Mi mujer dice que la robaron a mi hija y le responden que circulen porque sino le traían un control de alcoholemia cuando tenía a mi hija llorando en el asiento de atrás”.
A partir de ahora, lo que propone Demarchi es que exista un operativo con otras características: “queremos que se mire esta problemática, no se puede organizar eventos de esta magnitud sabiendo que habrá este tipo de delitos sin la organización de seguridad necesaria. No hay contención ni atención a las víctimas”.