El abogado, integrante de Usina de Justicia, dio detalles en la 99.9 de un importante fallo donde la justicia declaró Constitucional rechazar las salidas transitorias para un homicida que planteaba lo contrario.
El cambio de aires en la justicia se empieza a notar. En las últimas horas se dio a conocer un fallo de la Corte que puede sentar un precedente importante respecto de las salidas transitorias y la libertad anticipada para condenados por homicidio.
La acción, impulsada por Usina de Justicia tuvo un actor preponderante en el abogado Fernando Soto que dio los detalles en la 99.9: “ya he trabajado en una reforma donde tuve el honor de trabajar con Luis Petri para la ley de Ejecución Penal prohibiendo todo tipo de libertades anticipadas a quienes cometan homicidios agravados. Esto significa que la perpetua es perpetua y que 20 años de prisión, son 20 años de prisión. Que se cumpla la pena”.
El fallo de la Corte que puede empezar a cambiar esta historia está vinculado al crimen del hijo de Diana Cohen Agrest, filósofa y fundadora de Usina de Justicia: “el asesino fue juzgado y tenía un antecedente en provincia. Lo condenaron a perpetua y luego le bajaron la pena a 23 años. Pidió salidas anticipadas porque estaba promediando la mitad de la pena. Nos opusimos, el juez consideró no debía darle ese beneficio. El condenado planteó la inconstitucionalidad de esa ley y el juez Pelussi de Ejecución Penal se lo rechazó. La Cámara se lo rechazó y Casación también. Fue a la Corte y ahora le rechazaron la apelación por lo que quedó firme la Constitucionalidad. Esto termina con las salidas anticipadas y la libertad condicional para homicidas”, explicó el letrado.
Pero más allá del fallo en si mismo, destacó que también se debe empezar a cambiar la forma en la que actúa la justicia porque se ha deformado absolutamente todo: “en 40 años de ejercicio profesional, no conozco un caso donde los jueces apliquen el máximo de la pena. Siempre es la mínima o un poco más de la mínima. Si a eso, le agregamos las salidas anticipadas, todo se desfigura. Este desastre lo hicieron los jueces, no es un problema de la ley. En los últimos 20 años, el zaffaronismo y el kirchnerismo designó ideológicamente a jueces militantes”.
Para poder cambiarlo, además de ejercer su función como abogado decidió involucrarse un poco más y encontró ejemplos que marcan porque vivimos esta realidad en Argentina: “el Instituto de Derecho Penal del Colegio de Abogados de Buenos aires que es el más grande y es público, se llama Eugenio Zaffaroni. Hay toda una corriente ideológica que responde a eso; de formación académica de los abogados. Formaron estamentos, hicieron un trabajo de 20 años formando abogados y jueces. Hay que decirles a los estudiantes que hay otra mirada y discutirla, hoy ni la conocen”.