Este lunes 26 de febrero, el Parlamento de Hungría aprobó el proyecto de ley que da luz verde para la adhesión de Suecia a la OTAN. Se trata de último paso clave para que el país nórdico pueda formalizar su entrada a la alianza, una que estuvo pausada durante meses. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, celebró la decisión y aseguró que su país está listo para asumir su responsabilidad en la OTAN.
Camino despejado para la adhesión de Suecia a la OTAN. Este lunes 26 de febrero, el Parlamento de Hungría aceptó la entrada del país nórdico a la alianza de defensa occidental.
Así, Suecia tiene luz verde para acceder a la alianza. Hungría era el último de los 31 miembros que faltaba por ratificar la adhesión, un paso necesario debido a que las regulaciones de la OTAN señalan que todos los países miembros deben aceptar a los nuevos integrantes.
Desde el país nórdico, el primer ministro, Ulf Kristersson, aseguró que Suecia está lista para asumir su responsabilidad en la OTAN.
“Hoy es un día histórico. Los Parlamentos de todos los estados miembros de la OTAN han votado ahora a favor de la adhesión de Suecia a la OTAN. Suecia está dispuesta a asumir su responsabilidad en materia de seguridad euroatlántica”, sentenció a través de su cuenta de X.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dio la bienvenida el lunes a la votación del Parlamento húngaro.
La decisión de este lunes puso fin a meses de espera para ratificar el cambio de política Suecia en términos de seguridad. El país había manejado una posición de no alineación durante años, pero con la guerra en Ucrania el Gobierno sueco cambió de enfoque.
Durante ese tiempo de espera, el Gobierno del primer ministro húngaro, Viktor Orban, había enfrentado presiones de los aliados de la OTAN para materializar el acceso de Suecia a la alianza.
La petición de Suecia de pertenecer a la OTAN la hizo junto con Finlandia, que se convirtió en miembro de la alianza el año pasado. Pero Turquía y Hungría habían puesto trabas para la decisión que hoy se hizo realidad.
¿Qué efectos conlleva la anexión de Suecia a la OTAN?
Aunque las Fuerzas Armadas suecas se encuentran drásticamente reducidas desde la Guerra Fría, son consideradas un impulso para una potencial defensa colectiva de la OTAN en la región, justo cuando crecen las tensiones con Rusia por la guerra en Ucrania.
Estocolmo cuenta con fuerzas aéreas y navales modernas y se ha comprometido a aumentar el gasto en defensa para alcanzar el objetivo de la organización que estipula una inversión del 2% del producto interno bruto (PIB) para el sector castrense por parte de cada uno de sus países miembros.
La inclusión tanto de Suecia como de Finlandia —que ingresó en abril de 2023— fortalecen la alianza en una región de importancia estratégica.
Al igual que las fuerzas de Helsinki, las tropas suecas han participado previamente en ejercicios conjuntos con la OTAN. Sin embargo, esta es una anexión en toda regla.
Más allá de los aportes entre los aliados occidentales, su unión a la organización político-militar, dirigida por Estados Unidos, eleva las tensiones con Rusia, su poderoso vecino.
Con este paso, el mar Báltico —punto de acceso marítimo de los rusos a la ciudad de San Petersburgo y al enclave de Kaliningrado— queda rodeado casi por completo de naciones que forman parte de la OTAN.
Si bien durante más de 200 años Suecia optó por mantenerse al margen de coaliciones militares, e incluso por mucho tiempo descartó sumarse a la OTAN, esa postura cambió cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó la invasión de Ucrania, hace más de dos años.
Estos recientes podrían ser muestra de Moscú ha generado el efecto contrario a lo que advirtió —y en parte justificó— para lanzar la guerra contra su vecino país. Meses antes de ordenar la invasión, el Kremlin exigió a la OTAN que desistiera de la ampliación de su presencia en Europa del Este y se alejara de su antiguo aliado en la desaparecida Unión Soviética, al considerarlo una amenaza para su seguridad.
Moscú pidió que la organización replegara sus tropas al punto en que se encontraban antes de 1997. Es decir, previo a que otras naciones que eran satélites soviéticos se unieran a la OTAN, como Polonia y Rumania.
Ahora, cuando el conflicto en territorio ucraniano acaba de entrar en su tercer año, la realidad es otra: más naciones de Europa se unen a la alianza encabezada por Washington. Y la OTAN contará con 32 miembros.