Inese Lbia-Egner, responsable de Justicia, cree que los ciudadanos rusos que viven en su país y planean votar en las presidenciales de Rusia “apoyan en su esencia” la invasión de Ucrania.
Letonia, igual que sus vecinos bálticos, ha sido uno de los más firmes apoyos de Ucrania desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala hace más de dos años. También se ha convertido en refugio de muchos rusos que han huido de la guerra o del reclutamiento. Pero incluso en el exilio hay emboscadas a cargo de la política local. Una combativa ministra llamada Inese Libina-Egnere se está convirtiendo en la pesadilla de los rusos del lugar.
Los rusos residentes en Letonia se exponen a cargos penales por justificar la guerra bajo la ley letona si votan en la embajada rusa en Riga, donde se espera que se abran dos colegios electorales para las elecciones del 15 al 17 de marzo. La ministra de Justicia de Letonia cree que los ciudadanos rusos que viven en el país báltico y planean votar en las próximas elecciones presidenciales de Rusia “apoyan en su esencia” la invasión de Ucrania por parte de Moscú por el simple hecho de participar en la votación, que se celebra en toda Rusia pero también en los territorios ocupados en Ucrania.
“No podemos impedir que los ciudadanos rusos entren en la embajada. Lo que hacen allí y por qué lo hacen es asunto suyo y del Estado del que son ciudadanos”, explicó el pasado martes Inese Libina-Egnere, una popular política letona que representa al partido Unidad, una fuerza de centroderecha. “Se mantendrá el orden fuera de la embajada, pero consideramos que las personas que entran también apoyan la guerra”, declaró la ministra a la emisora local TV3.
Libina-Egnere tiene algunas razones para tener pocas simpatías hacia el gobierno ruso. Ella misma se encuentra entre varios miembros del gabinete letón bajo orden de arresto del Ministerio del Interior de Rusia acusados de impulsar el desmantelamiento de monumentos soviéticos, una ofensa grave para un régimen ruso enfrascado en una cruzada por las glorias del pasado.
Moscú no ha quedado indiferente a las amenazas de la ministra. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha denunciado que “varios Estados de Europa y Estados Unidos” han intensificado los llamamientos para “interrumpir” el proceso de votación en las embajadas rusas en el exterior.
Las amenazas de la ministra llegan tras una cascada de medidas para sacar a Rusia incluso de las neveras de los letones. En una decisión histórica, el parlamento de Letonia aprobó este mes una prohibición de las importaciones agrícolas procedentes de Rusia y la vecina Bielorrusia hasta al menos 2025.
Además, el gobierno de Letonia decidió el 27 de febrero ampliar las restricciones a la entrada de ciudadanos rusos al país dada la continua agresión de Rusia en Ucrania. El gobierno cree que “siguen representando una amenaza para la seguridad interna de Letonia”, un país de sólo 1,8 millones de habitantes.
Las restricciones de entrada seguirán aplicándose a los ciudadanos rusos que deseen cruzar la frontera exterior de la UE con fines turísticos y de ocio. Esto implica que las escapadas de fin de semana a Riga seguirán prohibidas hasta bien entrado el próximo año.
También se aplican otras restricciones a los automóviles matriculados en Rusia que utilizan la red de carreteras de Letonia, e incluso pueden estar sujetos a confiscación si son descubiertos, una medida muy restrictiva que ha afectado incluso a disidentes rusos como a ucranianos que salían de Rusia para buscar un país donde instalarse definitivamente tras huir hacia el este escapando de los combates.