Así lo indicó el Diputado Nacional Fabio Quetglas en declaraciones a la 99.9 donde afirmó además que “al presidente Milei no le interesa evitar las crisis, como si fuera el costo de una nueva Argentina“.
El rol de los políticos en Argentina está bajo revisión. Principalmente de la sociedad que se cansó de un estilo de manejarse que está completamente alejado de las necesidades del pueblo al que dicen defender a ultranza.
El Diputado Nacional Fabio Quetglas, en medio de la situación actual, habló en la 99.9 sobre las crisis, algo a lo que los argentinos parecemos estar muy acostumbrados pero donde la política tiene una clara injerencia: “hay crisis que son producto de una dinámica, no hay una decisión política. Hacemos un esfuerzo económico para sostener el estado y para que muchas personas puedan administrar bien esas crisis que no se pueden frenar. El único recurso que no podemos comprar ni acumular es el tiempo. La diferencia entre tener una capacidad de respuesta alta o casi nula, es el tiempo. Creo que la dirigencia política no es consciente que uno de los roles de ser dirigente es evitar las crisis”.
Para que eso pueda hacerse de manera correcta, hay factores que influyen: “es necesario estudiar. Hay un aspecto de la gobernación que es el control, la sociedad argentina parece haber liberado a la política a ser sólo competencia. Ahí es cuando hay más posibilidades de que generemos crisis. Este rol es muy importante. Por momentos creo que al presidente Milei no le interesa evitar las crisis, como si fuera el costo de una nueva Argentina. Es como un daño colateral y me parece grave porque las crisis no se pagan de manera homogénea”.
Hoy el país está ingresando en un período de recesión y el esfuerzo que hacen los argentinos, no puede ser malgastado según la visión de Quetglas: “la paciencia de la gente tiene un gran esfuerzo en sus familias. No se puede malgastar en fuegos artificiales ni en peleas estériles. Me parece bien que el presidente busque un presupuesto equilibrado, pero nos podemos ahorrar la pelea política secundaria para entender que en el cierre del ciclo kirchnerista, no se canceló el tema del déficit. La sociedad está en un proceso de maduración donde empieza a ser importante no banalizar las gestas públicas, no insultar, no considerarse el portador monopólico de la soberanía popular”.
Todavía quedan lugares donde el kirchnerismo ejerce su doctrina como en la provincia de Buenos Aires y donde la ceguera ideológica del gobernador Kicillof no permite ver la realidad: “hay que respetar la Constitución, estudiarla y leerla completa. Hay que desarmar un modelo de estado burocrático, corporativo y corrupto; hay que decirlo con todas las letras. Kicillof tiene que pegar la curva y revisar el presupuesto porque sino en junio tenemos Patacones”.