Entienden menos los textos que los estudiantes más favorecidos de Chile, Uruguay, Colombia, Perú y México. Cuestionan los métodos de enseñanza.
Los padres de familias acomodadas, que envían a sus hijos a escuelas de renombre, tienen motivos para estar preocupados. Un nuevo estudio muestra que 3 de cada 10 de los alumnos más ricos del país (32%) no alcanzan el nivel mínimo de comprensión de textos en PISA. Además, rinden menos en lectura que los alumnos más favorecidos de otros países de la región como Chile, Uruguay, Colombia, Perú y México.
Los datos, relevados en un nuevo informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, cuestionan la calidad de la enseñanza que reciben los alumnos argentinos en todas las escuelas del país.
Las investigaciones educativas vienen mostrando, desde hace años, una fuerte correlación entre el nivel socioeconómico de los alumnos y sus resultados educativos: cuanto mayores son los ingresos de las familias, los chicos rinden mejor en la escuela, en promedio. Una situación conocida, también, como “efecto cuna”.
Pero en la Argentina algo está fallando. Porque es muy alto el porcentaje de los alumnos que, aun estando en los sectores más acomodados, quedan en una situación desfavorecida en aprendizajes.
Un dato revelador de la situación es que los alumnos argentinos del nivel socioeconómico más alto tienen resultados educativos similares a los de nivel medio en Chile.
Estudiantes ricos con pobres aprendizajes
La prueba PISA, de OCDE, se toma a alumnos de 15 años. En todos los países, PISA divide a los estudiantes en cuatro grupos de igual cantidad de alumnos, a partir del nivel socioeconómico. Eso se conoce como “cuartil”. Están los del nivel socioeconómico alto, medio alto, medio bajo y bajo.
Los desempeños de los estudiantes argentinos del cuartil más rico (nivel socioeconómico alto) solo superan a los de sus pares del mismo cuartil de República Dominicana (55%), El Salvador (48%), Guatemala (48%) y Paraguay (42%).
Y esto se da a pesar de que los estudiantes argentinos del cuartil más alto son los segundos más ricos de la región, después de Chile. En promedio, tienen un nivel socioeconómico mayor al de los más favorecidos de otros países.
De manera que la Argentina tiene una rara combinación entre estudiantes con muy buen nivel económico y bajo resultado educativo, muestra el informe realizado por Irene Kit (Asociación Civil Educación para Todos), Martín Nistal y Eugenia Orlicki (Observatorio de Argentinos por la Educación).
Crisis en la enseñanza
Ahora, ¿por qué sucede esto en la Argentina? Los especialistas coinciden en apuntar a una crisis en los métodos de enseñanza en la escuela.
“El sistema Educativo es eso, un sistema, de modo que los procesos que lo atraviesan afectan, en distinta medida, a todas las escuelas y alumnos. Y hoy la pérdida de eficacia en la enseñanza está presente en algunas escuelas de elite”, dijo a Clarín la especialista Guillermina Tiramonti.
“Hay fallas en la formación docente, en el enfoque metodológico para la enseñanza, elementos de la cultura escolar -como la poca valoración de las evaluaciones y la merma en el foco de los aprendizajes- que explican en parte la debilidad de los aprendizajes aun en las escuelas de elite”, señala la experta.
“La educación argentina ha perdido no solo la capacidad de formar a la ciudadanía y su mano de obra para diferentes niveles del mercado de empleo, sino que falla en la producción de las elites de las diferentes actividades que se desarrollan en la sociedad. La decadencia afecta a todos”, agregó Tiramonti.
“Hace más de 20 años que Argentina tiene el triste récord de que el 50% de los estudiantes de 15 años no comprende lo que lee y que a comparación de lo que sucede en Latinoamérica viene descendiendo de estar en los primeros niveles en 2000 a estar hoy superado por varios países de la región”, resalta Manuel Álvarez Trongé, presidente de Educar 2050.
Álvarez Trongé destaca un dato en particular del nuevo informe, y es que “nuestros problemas no son solo atribuibles a la pobreza de los estudiantes ya que tampoco los niños de entornos de mayor riqueza aprenden lo que corresponde”.
“Este dato es más grave aún si miramos nuestra historia en PISA desde el año 2000, año en el que superábamos a Chile y éramos líderes en la región y hoy Chile es el líder y nosotros estamos a ocho lugares de distancia. Hoy, los alumnos vulnerables chilenos aprenden más que los de sectores medios de Argentina”.
Ana María Borzone, experta en desarrollo lingüístico y cognitivo del Conicet, pone el acento en la metodología de enseñanza de la lectura en Argentina, que falla “por una cuestión ideológica”, afirma.
Explica que en la mayoría de las escuelas y provincias argentinas se usa como método la psicogénesis que, básicamente, apunta a guiar a los alumnos a que dominen la lectoescritura casi por su cuenta. Un método que -dice- ya mostró que genera retrasos en el aprendizaje. “Es una metodología tan nefasta que nivela para abajo”, afirma.
Propone, por el contrario, un método basado en la evidencia científica, al que se conoce como sistemático o estructurado -entre otros nombres- que combina aportes de la psicología cognitiva, la neurociencia e investigaciones en el ámbito escolar, que da resultados y logra que los alumnos aprendan a leer en primer grado, afirma.
Borzone dice hay países como Chile, donde nunca ingresó la psicogénesis, y hoy tiene los mejores resultados en lectura. Mientras que otros de la región están cambiando hacia métodos más estructurados y basados en la ciencia, y por eso mejoran más que Argentina, donde la metodología recién ahora está empezando a implementarse en algunas provincias como Mendoza, San Luis o Corrientes.
“Pero si en la provincia de Buenos Aires no cambiás nada, condenás al 40% de la población. La psicogénesis está presente, incluso, en la mayoría de las escuelas privadas”, señala la experta.
Cómo se determina el nivel socioeconómico
El informe del Observatorio de Argentinos por la Educación toma como base los resultados de la última prueba PISA, que se tomó a alumnos de 15 años de 81 países en 2022.
Para determinar su nivel socioeconómico (NSE), los alumnos contestan una serie de preguntas sobre ellos y sus familias, como el nivel educativo de los padres, cantidad de libros en el hogar, posesión de bienes, entre otros. Se los divide en cuatro partes iguales y de ahí se obtiene el NSE.