Una reciente encuesta en EEUU revela que hay un número creciente de ciudadanos que detestan por igual la idea de votar a Donald Trump o a Joe Biden.
El hartazgo de las sociedades con sus dirigencias tradicionales se extiende como un malware por el planeta: en es Estados Unidos, el centro de investigaciones sociales Pew Research devela en una encuesta nacional que el 26% de los electores están dispuestos a una tercera opción.
Señala este trabajo de campo: «Algunos son republicanos tradicionales, espantados con la mutación que ha sufrido el Grand Old Party con Trump, al que ven como una amenaza existencial para Estados Unidos. Otros son demócratas desencantados con Biden, deseosos de una renovación generacional, que desconfían de la vejez del presidente, pero también se sienten altamente frustrados con algunas de sus políticas, como su postura respecto de la guerra en la Franja de Gaza». Esa cuestión en particular puede explicar las idas y venidas de la administración Biden en torno a las operaciones de Israel en la Franja de Gaza.
Por otro lado, señala el diario La Nación que encuestas recientes de The New York Times y Morning Consult muestran cifras similares. Este sentimiento de doble rechazo es más común entre los adultos más jóvenes que entre los mayores, y entre aquellos que rechazan las afiliaciones partidarias, o en algunas minorías, como los hispanos, según Pew. La mayoría del país todavía se ubica en un bando o en el otro: un 37% tiene una opinión favorable de Trump, mientras que el 34% tiene una mirada favorable de Biden.
El malestar es creciente entre los jóvenes hispanos, en particular aquellos que han llegado de Centroamérica y se sienten particularmente rechazados. En julio de 2022, el 54% de los adultos hispanos tenían una opinión favorable de Biden. Hoy, esa proporción ha caído al 37%. Al mismo tiempo, la preferencia por Trump entre los adultos hispanos ha aumentado, del 28% en julio de 2022 al 34% actual, según Pew.Mark Hugo López, director de Investigación de Raza y Etnicidad del Centro de Investigación Pew, dijo que la caída de Biden entre los hispanos es la más pronunciada entre cualquiera de los grupos raciales o étnicos más importantes de Estados Unidos.
Los analistas en EEUU dicen que nada de esto va a influir en la elección y que todo surgirá de una ajustada batalla política entre Biden y Trump. En el mundo, —caso Argentina, sin ir más lejos— sobran ejemplos de lo que puede pasar con mayorías silenciosas cansadas de «otra vez lo mismo». La carrera está abierta y puede haber final de foto.