Nueva York pagará 17,5 millones de dólares en daños y perjuicios para resolver una demanda colectiva iniciada en 2018 por dos mujeres contra la policía de la ciudad, a la que acusaban de haberlas obligado a quitarse su hiyab para ser fotografiadas durante su detención.
La compensación final, unos 13 millones restando gastos administrativos y los honorarios de los abogados, se repartirá entre aquellas personas que presenten reclamaciones similares a las de las demandantes, según muestra el acuerdo entre las partes, al que tuvo acceso EFE.
Equilibrio entre creencias y ley
El acuerdo, que aún requiere la aprobación de una jueza del Distrito Sur de Nueva York, establece que las personas que se vieron obligadas a quitarse su velo religioso entre el 16 de marzo de 2014 y el 23 de agosto de 2021 podrían optar a una indemnización de al menos 7.824 dólares.
“(La resolución) equilibra cuidadosamente el respeto del departamento por las creencias religiosas firmemente arraigadas y la importante necesidad de las fuerzas del orden de tomar fotografías de las detenciones”, dijo a EFE Nicholas Paolucci, director de asuntos públicos y secretario de prensa del Departamento legal de Nueva York.
Las demandantes, Jamilla Clark y Arwa Aziz, fueron llevadas en 2017 a un cuartel de la policía, en casos separados, y aseguraron que se sintieron “desnudas” al ser obligadas a retirarse el velo con el que cubren su cabello.
Derechos religiosos en cuestión en Nueva York
Clark y Aziz aseguraban en su demanda que sufren trauma y angustia porque estas fotos sin su velo pueden verlas todos los que tengan acceso a la base de datos de la policía o los archivos de arrestos, y denunciaban que la práctica de fotografiar arrestados violaba su derecho religioso a llevar el hiyab.
El año que tuvo lugar la demanda, tres mujeres musulmanas ya fueron compensadas con 60.000 dólares tras un acuerdo con la ciudad, en casos separados, por haber sido obligadas a retirarse el velo para ser fotografiadas.
A raíz del litigio interpuesto por Clark y Aziz, la policía de Nueva York cambió en 2020 su política para que las personas detenidas puedan llevar velos u otras prendas religiosas que cubran su cabeza, siempre y cuando esto no obstruya sus rostros, cuando tengan que ser fotografiadas.