La Directora de C&T Asesores Económicos habló en la 99.9 acerca del escenario que tiene el país en materia inflacionaria y explicó algunos puntos de las medidas que tomó Milei.
Argentina atraviesa un momento económico particular donde el presidente anunció el superávit fiscal y abre el juego a otra etapa, en medio de un fuerte sinceramiento, para instalar las bases del crecimiento de la economía.
La Presidenta de C&T Asesores Económicos, María Castiglioni, brindó su punto de vista en la 99.9 sobre el proceso que está viviendo el país y señaló que “Argentina llegó a diciembre del año pasado con una acumulación de desequilibrios macroeconómicos enormes por la política de ponerle una tapa a la olla de presión y poner más peso arriba de la tapa. Un gobierno con déficit fiscal financiado sobre todo con emisión monetaria, generó que el resto de los precios aumentaran mucho más. El año pasado la inflación en los últimos cuatro meses del gobierno anterior fue de 12 por ciento mensual con el dólar congelado. Ahora se están acomodando los precios que estaban distorsionados”.
Es un proceso y habrá que ir sorteando distintos obstáculos con un esfuerzo mayúsculo de lo argentinos: “el gobierno está corrigiendo esto y según se anunció, en tres etapas. Hay ajustes fuertes de tarifas porque el desfasaje era muy grande. El Gobierno implementó una política que es un ancla fiscal, es decir decidió no tener más déficit no solo ante el pago de intereses, sino que incluso los ingresos alcancen para cubrir los intereses de la deuda por lo que solamente le toca renovar lo que va emitiendo de capital en estos meses que no es demasiado. Esto lo que permite al gobierno, con ese pequeño superávit, es sacarse varios de los pesos de encima que están dando vueltas y que sobran en el pasivo del Banco Central”, explicó luego.
Ante este escenario, para la especialista, se abre una etapa de baja en la inflación pero en comparación con lo que venía arrastrando el país: “la inflación podría estar cómodamente en un dígito, aunque obviamente todavía es un inflación alta, altísima para un parámetro internacional y alta para Argentina, pero sin dudas está viendo una desaceleración fuerte. Lo que se vio muy fuerte es una desaceleración en alimentos, bebidas y todo lo que tiene que ver con la inflación núcleo, es decir la inflación sacando el tema de los precios regulados y los precios estacionales”.
Para Castiglioni hay otro tema clave para corregir en el país y tiene que ver con la medición de precios: “Argentina debe contar con buenas encuestas de gasto de los hogares más seguido para modificar lo que es la estructura de consumo, eso cuesta cambiarlo. Pensemos que el índice de precios va relevando los precios todos los días y hace promedios mensuales, pero obviamente con una composición en base a una encuesta de gasto que se hace cada un periodo largo. Se podría actualizar más si se cambia el esquema”.
Ante la situación generada por el gobierno, aparecieron rápidamente los economistas que creen que esta política no es sostenible. En ese sentido, Castiglioni opinó que “pasar de un déficit financiero de 5 puntos del PBI a darlo vuelta y que haya superávit en el corto plazo, no se puede hacer con cuestiones estructurales, porque eso lleva mucho más tiempo. Es lo que Milei llamaba la motosierra, que es cambiar la lógica, el Estado tiene que ser más chico. Que el peso del estado, del gasto público, en vez de ser casi la mitad del PBI o sea, 40 puntos, sea de 25 no sólo desde el gobierno nacional, sino provincias y municipios también. Eso no es rápido”.
También dedicó otro capítulo a las jubilaciones y lo que la oposición llama “licuación”: “ahora está de moda pero fue el esquema que uso el kirchnerismo. A los jubilados se los licuó durante estos últimos cuatro años, salvo los de la mínima que se le fueron poniendo bonos ad hoc, lo cual también es una injusticia para el resto que aportó más. A los jubilados se los licuó estos meses por la fórmula que ya existía, no es que se tomó una decisión adicional de licuar. Eso ya se empezó a subsanar con el DNU que se emitió. Si se aprueba la Ley de Bases, se dará un andamiaje legal mejor para poder ir haciendo lo que se llama motosierra; ir definiendo que gastos no van a volver y que el resto se vaya corrigiendo”.