La científica habló en la 99.9 acerca del comunicado que emitió el laboratorio sobre la vacuna para COVID-19 y agregó que “serían 3 a 5 casos cada un millón de dosis aplicadas”, los que pueden padecer trombosis.
Luego de que AstraZeneca emitiera un comunicado respecto a su vacuna contra COVID-19 y los efectos secundarios que pudiera presentar, se empezó a indicar que se trataba de una revelación que estaba obligado a realizar el laboratorio. En realidad no reviste novedad alguna porque es algo de lo que ya se había advertido en el momento mismo que se comenzó a vacunar, en plena pandemia.
La científica Sandra Pitta se encargó de aclarar la diferencia a través de la 99.9: “no se ha revelado nada. El efecto adverso que se evaluó ya era conocido a pocas semanas de comenzar a aplicarse la vacuna. Se daban muy pocos casos, pero no sólo con esta vacuna sino con otras también. Está más vinculado a las vacunas adenovirales. En muchos países de Europa incluso se dejaron de dar las vacunas adenovirales y se utilizan la ARN mensajero a pesar de que los casos son muy pocos. Serían 3 a 5 casos cada un millón de dosis aplicadas”.
Lo que hubo en este caso fue solamente una aclaración respecto de eso que era conocido: “aparentemente se hizo un juicio por los afectados en Gran Bretaña y la noticia se dio como una revelación, como si AstraZeneca hubiera confesado algo, cuando fue la propia AstraZeneca la que lo dijo originalmente. Los países donde se aplicó tienen un sistema de fármaco vigilancia muy bueno que detecta estos temas inmediatamente. Todos los medicamentos que tomamos están sujetos a fármaco vigilancia mientras estén en el mercado, hasta la aspirina”.
A pesar de que existe el riesgo real, es muy bajo el nivel de incidencia y por eso la vacunación es una salida real ya que se genera la trombosis con el virus de COVID-19: “cuando aparecen estas cosas, los estados dicen que es mejor vacunarse porque el beneficio es mucho mayor que el riesgo. Nadie dice que tener COVID provoca trombosis y mucha gente murió por eso al tener la enfermedad, parecen olvidarse de eso”.
En medio de la pandemia, se trajo a la Argentina la vacuna Sputnik que no tenía los estándares de comprobación necesarios, un tema que nadie quiere abordar según la experiencia de la propia Pitta: “creo que nadie quiso hablar nunca más del tema Sputnik, me dijeron que suelte el tema pero fue una autorización completamente irregular. Yo tenía referentes en esa área con los que no compartía la ideología política pero a mi no me importa eso para nada en el ámbito científico. Los tenía como referentes y no salieron a decir lo que todos sabíamos, que la vacuna no se podía autorizar y eso me pareció muy desagradable. Muchos quieren dejar todo en el olvido. Fue una gran mentira, habría que investigar si se escondieron o se falsificaron datos. Me encantaría hacerlo pero eso me costó quedarme a un costado de varias cosas”.