El padre de Nicolás Vergara una de las víctimas del doble crimen por el que fue condenado José Ignacio Serra habló en la 99.9 sobre la actuación de la defensa del acusado: “trataron de desvirtuar un crimen premeditado”.
El caso del doble crimen de Nicolás Vergara y Ezequiel Contreras llegó a una resolución cuando un jurado resolvió que José Ignacio Serra era el responsable de los hechos. Ante esa situación la defensa del acusado había intentando indicar públicamente que no era Serra quien cometió ese crimen y que había una grave equivocación en la investigación.
Después de como se dieron los hechos y las declaraciones en el juicio, José Vergara, padre de una de las víctimas habló en la 99.9: “me llamó la atención que después de 3 años pidiendo justicia, lleguemos a un juicio oral pedido por la propia defensa de Serra y pase todo lo que pasó. Todas las coartadas que quisieron imponerle al ciudadano común no funcionaron. Estaban tratando de encubrir al imputado y el vecino común que estaba en el jurado lo vio. Cuando se dieron cuenta que estaban acorralados, entró en desesperación el abogado De La Tore. Es una burla hacia mi familia, la memoria de mi hijo y de Ezequiel, pero también de todos los presentes en el juicio”.
Lo que indica es que la estrategia de la defensa, quedó en evidencia rápidamente porque era difícil que un crimen que definió José como “premeditado” sea rebatido con argumentos poco claros: “el asesino en todo momento trató de desviar y no dejar investigar bien a la justicia. Trataron de desvirtuar un asesinato premeditado. El tipo hizo esto con saña y alevosía. Más allá de la pelea que hubo días anteriores en la parada del colectivo, creo que el asesino no se bancaba que le hayan pegado. El tipo actuó como un sicario, de la forma mas vil, violenta y aberrante que puede tener un ser humano”.
Además, señaló que Serra era una persona que tenía en su poder distintas armas que fueron secuestradas al momento de los allanamientos: “los ejecutó a sangre fría, más allá de lo que pasó antes. Es un tipo que está preparado para matar. Tenia un arsenal en la casa. Nadie puede tener tantas armas como él, ni un policía. Había pistolas calibre 40, 9 milímetros, itacas y un par de armas más. Estamos ante una situación de locura porque fue premeditado. Estaba entrenado para matar, de todos los disparos, la mayoría dieron en el cuerpo de Ezequiel y mi hijo, tenía muy buena puntería”.
Además, hubo momentos a lo largo del juicio que terminaron exponiendo a los testigos que llevó la defensa de Serra: “todos se dieron cuenta al verlo ahí sentado que era un perfil de un tipo frío. Quedó a las claras que trataron de zafar la situación. Los testigos no reconocían lo que habían declarado en su momento y cuando los tuvieron sentados frente a frente, entraron en pánico, empezaron a temblar”.
Por último, tuvo un párrafo más para el abogado Javier De La Tore quien pidió que ahora su defendido espere la sentencia final en prisión domiciliaria: “el abogado De La Tore demostró ser poco profesional tratando de que vuelva a prisión domiciliaria hasta el 21 de mayo cuando se conozca la sentencia y está jugando con la seguridad de mi familia”.