El nuevo Defensor del Pueblo Marcelo Lacedonia se refirió a su designación y su rol que “me parece que el espíritu tiene que ver fundamentalmente con un fin último que es consolidar la democracia. La misión, tiene que ver básicamente con ser un mediador, un colaborador crítico de la administración, no solamente local, sino también con todos aquellos aspectos de la administración pública provincial y nacional que tiene incidencia en los derechos de los ciudadanos de este partido”, afirmó.
En ese sentido, agregó que “creo que tiene una doble misión y es lo que vamos a tratar de llevar adelante en esta nueva etapa unipersonal, aunque con una suplente que es la señora Alejandra Bonci, que tiene que ver con llevar a cabo una tarea de difusión, de promoción de los Derechos Humanos, porque por ahí el nombre Defensor del Pueblo genera mucha expectativa, como si tuviera facultades que no tienen. De hecho, vale aclarar que el Defensor del Pueblo no tiene coacción jurídica, tiene más bien una especie de poder moral y es, como dicen algunos en la doctrina, es un magistrado de persuasión”.
En relación a la estructura, Lacedonia dijo que “quiero que no sea una estructura burocrática cerrada, sino una Defensoría que salga a buscar a los vecinos a los barrios donde tengan posibilidad de expresar lo que tenga que ser o lo que sea conducente encauzar dentro de de las competencias que la normativa le asigna al Defensor del Pueblo. No podemos esperar que el vecino dentro de este contexto se tome un colectivo, venga y presente una nota con todo lo que eso implica para cualquier persona que no tiene la accesibilidad inmediata en su barrio. Esas son las características que yo quiero imprimirle en esta nueva etapa”.