El abogado habló en la 99.9 sobre la lucha judicial que están llevando adelante para que se investigue con lo que sucedió con la policía de 21 años que falleció luego de recibir un golpe durante el entrenamiento policial en la Escuela “Juan Vucetich”.
El 23 de noviembre de 2023, Agustina Casco, policía de la provincia de Buenos Aires, falleció luego de recibir un golpe en pleno entrenamiento como parte de la Escuela “Juan Vucetich” de La Plata. Desde entonces, hubo una serie de hechos muy particulares que detalló a través de la 99.9 el abogado Rodrigo Tripolone que fue muy específico en la crónica de los hechos.
“Agustina era oficial de la policía de la provincia de Buenos Aires e ingresa a hacer el segundo año para pasar de escalafón, para ser oficial. Por decisión ministerial ese año se hacía virtual, generalmente es internado, pero ese año se hizo todo virtual para que no dejaran de trabajar. El último mes sí quedaron internadas sin salir. Solamente se les permitió, por excepción, que salieran el domingo para ir a votar. Ella un día martes, sufre golpes bastante fuertes, un tacleo más precisamente en una clase de defensa. Cuando ella le toca actuar de delincuente, la golpean de costado muy fuerte y la arrojan hacia el suelo. Ese golpe hace que ella se desmaye. No recibe atención médica, únicamente le dan un vaso de agua y la hacen seguir. Dos días después vuelve a desmayarse, esta vez esperando ingresar al comedor, pierde el conocimiento, es asistida por una compañera que es enfermera y le niegan ahí le niegan la atención de una ambulancia que la tienen ahí dentro”, relató en primer término.
Lo que aclaró el letrado, es que podrían haberla atendido en ese momento y quizás, salvarle la vida: “la escuela Juan Vucetich, donde ella hizo este curso de entrenamiento posee cuerpo médico adentro, posee profesionales de la salud en ese lugar”. Como no recibió atención, su condición empeoró: “tuvo un edema agudo, quiere decir se le juntó sangre en la cavidad abdominal porque se le reventó un quiste. Estuvo esos días ahí, dentro de la escuela, perdiendo sangre. Todas sus compañeras, de hecho, están declarando ahora, señalan lo mismo que se le empezó a ver que estaba con mucha somnolencia, que estaba muy pálida, que tenía moretones en todo el cuerpo. Cuando sale ese día viernes, se descompensa mientras está llegando a la casa y no avisa nada. Si ellos llegaban a pasar un parte médico, un informe de que estaban mal, los excluían del curso directamente”.
Finalmente, sucedió su fallecimiento a pesar de que la familia trató de que recibiera atención; pero ya era demasiado tarde: “cuando llega a la casa, vuelve a tener otra descompensación y la familia la lleva al hospital. Lo primero que pensaron es que era una apendicitis. O sea, siempre da un diagnóstico presuntivo. Por supuesto, no tenía nada que ver con lo que estaba pasando. Luego es trasladada a otro centro asistencial, donde finalmente muere. Cuando ocurre todo esto y se enteran en la escuela de lo que estaba pasando, inmediatamente convocaron a las compañeras, algunas la levantaron a las 2:30 de la mañana para tomarle una declaración administrativa y hacer, digamos, actuaciones para la ART. Eso es un reconocimiento de que había sucedido dentro de la escuela”. Luego agregó que “tomaron declaraciones a la madrugada y solamente pusieron lo que ellos quisieron poner. No dejaron que se explayaran. De hecho, omitieron algunas cosas y dibujaron otras. Esto surge luego, porque cuando toma conocimiento Asuntos Internos e interviene, vuelve a tomar la declaración a estas compañeras, y las compañeras cuentan lo que había sucedido, que lo llevaron a la oficina del director y que le tomaron declaración, pero solamente poniendo lo que les convenía”.
Todas estas irregularidades, tuvieron también presencia en lo que fue a posterior el accionar de la justicia: “desde ese momento estamos luchando contra toda una maquinaria que estaba poniendo palos en la rueda. Cuatro fiscalías intervinieron hasta el momento. Hay un conflicto de competencia. Tuvimos que ponernos firmes en esto, porque mientras Quilmes no aceptó, Morón declinó en la competencia hacia Quilmes, diciendo que el hecho sucedió allá, Quilmes no lo acepta, vuelve a Morón, Morón dice no de nuevo. Y hay un conflicto de competencia que ahora está planteado ante la Suprema Corte. Tuvimos que ponernos firme porque mientras se están peleando a ver quién se queda la causa, no están investigando nada y cada vez estamos más lejos de la verdad”.
Incluso el abogado Tripolone señaló que en la propia autopsia hubo situaciones muy extrañas: “se hizo una primera autopsia en Morón, la hizo la policía, la propia policía de la provincia. En esa autopsia, la médica que intervino de policía, le habría dicho a uno de los familiares que se busquen otra opinión, dando a entender que había recibido presiones porque estaban en la sala un comisario mayor, jefe de la escuela, y un comisario general. Hubo muchas otras circunstancias que demostraron que había un encubrimiento o una decisión de tapar todo lo que estaba sucediendo. Porque a Agustina le pusieron custodia para que no se acercaran hacia ella, para controlar quiénes la iban a visitar. Cuando Agustina muere, también le pone una custodia en la casa para controlar los medios que se acercaban a hablar con la familia. Toda una cadena de encubrimiento muy grande”.
Como si todo eso fuera poco, trató de ir por las explicaciones en la más alta esfera y acudió al Ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni: “tuve una discusión fuerte con Berni por WhatsApp, el ministro se ofuscó bastante y a las pocas horas entraron a mi estudio y se llevaron una computadora y un celular. Conociendo cómo se manejan estas personas, es un acto de amedrentamiento, nada más. Es la forma que tienen de operar. Tuvimos custodia de la Policía Federal. Yo tuve custodia durante bastante tiempo, custodia fija, la familia también. Estamos continuamente luchando contra esto”.
Lo que dejó en claro también el abogado es que el hecho de Agustina terminó de mala forma, pero el destrato es constante dentro de la policía: “logramos que estos días declararan una de sus compañeras y todas están diciendo lo mismo, que recibió un golpe y no fue atendida. Además nos cuentan lo mal que eran tratadas ahí dentro, que le daban de comer muy poco y que recibían abusos. En este sentido estamos hablando abusos físicos, abusos verbales. No es un hecho aislado el de Agustina. Hay muchos efectivos de la policía de la provincia de Buenos Aires que están muriendo por distintas circunstancias. La creación de la UTOI, la guardia pretoriana de Berni, que es un desastre. Hay chicos que viajan hasta 800 km para ir a su destino”.
Hay toda una estructura corrupta en desarrollo desde hace años y que genera este tipo de situaciones: “derechos humanos y policías no van de la mano. Por eso digo y remarco siempre que el solo hecho de portar uniforme les quita la condición de seres humanos. Tienen que vivir de una manera que no es natural. Y todo eso, además, implica aceitar la corrupción que está enraizada. Estos últimos años hemos visto cómo ha crecido la corrupción. Lo ven con Segovia en Mar del Plata, que Segovia es uno de tantos otros. La policía es una caja recaudadora que comienza en la comisaría y sube hacia arriba, hacia las altas esferas. Todo está tasado, absolutamente todo. Si una de estas personas tiene que conseguir un traslado, eso tiene un valor, hay que pagar. Vale aproximadamente $500.000 está todo tarifado dentro de la policía. Está todo, absolutamente todo tarifado”, afirmó.