Fabiola & Alberto: una historia para NETFLIX I. Era obvio que lo ocurrido en estas horas, y desde la publicación del artículo en Clarín firmado por Claudio Savoia, en el que se pretendía cierto pudor señalando que no se publicaban ni las imágenes ni el video que descubrió la pericia digital en el celular de la secretaria de Alberto Fernández, iba a ser una historia que se revelaría en capítulos. Algunos ya se han conocido, presentados en una construcción mediática llena de suspicacias. Hay algo más de lo que se muestra.
Fabiola & Alberto: una historia para NETFLIX II. En primer lugar, la periodista especialista en acting dramático, Sandra Borghi, y su esposo, ya estaba en contacto con Fabiola Yáñez y venían trabajando en un documental con la ex primera dama. La presentación del video de Fernández con Tamara Pettinato es una burla al sentido común: en el relato, Fernández se deshace de un celular marca Samsung que cede para solaz de su hijo de un año y medio. Si es real, supera toda ficción.
El Faro, la memoria, y el gin I. Este medio trata en esta edición de manera exhaustiva el tema dramatizado por los unidos patrióticamente de la entrega a una sociedad de fomento de un predio contiguo a la ex ESIM para desarrollar un emprendimiento comercial. Es curioso que la visión sea siempre sobre un pasado glorificado, y nunca sobre los hechos y cuestiones reales del presente. Afectan enormemente la memoria del pasado, pareciendo un grupo político afectado de Alzheimer: lucido para el pasado —o una visión complaciente del pasado— pero sin registro alguno del presente.
El Faro, la memoria, y el gin I. El debate que plantearon fue mendaz, irreal y para unos pocos. En estos años, las organizaciones vinculadas al kirchnerismo han realizado allí actividades comerciales diversas, siempre bajo el paraguas de la «memoria». Deberían ocuparse de los hospitales, del sistema escolar o del IOMA. Y ni qué decir de la seguridad. Demasiado pasado, ningún presente.
Inseguridad: un sistema roto, mal. Según señaló el fiscal Rodolfo Moure en la 99.9, en referencia los siniestros y accidentes en la costa marplatense, hay que cambiar la dinámica de control y seguridad vial: «lo preocupante de esto es que es el tercer caso que tenemos en Mar del Plata con denominadores comunes. Primero el caso de Arostegui que decía “si nos matamos, no matamos” y termina ahí estampado en Alberti y la costa. El otro caso de González el año pasado, sujeto que con un Volkswagen Golf a 180 kph, se despista en Constitución y la costa y termina matando a otras dos personas que nada tenían que ver y venían circulando por la mano contraria. Digo que tienen denominadores comunes por el lugar donde han elegido para desarrollar la velocidad, que es la costa del Mar del Plata. En los tres casos estuvieron presentes el alcohol y las drogas en sangre, y en los tres casos se trata de turistas, lo cual también es algo para pensar. Hay mucha gente que decide venir a Mar del Plata y elegir la costa como si fuese el circuito de Indianápolis con los resultados que estamos teniendo. Acá no pasó nada de casualidad. Habrá que repensar las políticas de seguridad vial también en Mar del Plata, pensando también en el que viene de afuera». Más de seis muertos en siniestros en pocas semanas debería ser un alerta más que suficiente.