De diatribas y vivos de ocasión. La polémica instalada de manera artificial ante la sociedad marplatense tuvo cotillón y vivos de ocasión. Decimos lo de artificial porque estas excepciones —que ya son regla— están previstas en el código de construcciones de la ciudad. Por otro lado, la ordenanza de patrimonio es, en el orden jurídico, un texto menor: nuestro país no tiene ninguna ley de patrimonio que cubra a las propiedades del sector privado, y es artificial pretender que cualquier norma esté por encima de la Constitución que protege la propiedad privada. La ordenanza es fuente de enormes problemas y le da lugar a los vivos para medrar con ello.
Vivos de ocasión. Tal como enseña el decálogo de Goebbels, se trata de insistir en una idea, una idea simple, repetida una y otra vez, para que hasta el más simple de los mortales pueda incorporarla como una verdad. Ha sido penoso el marco que se le dio a estas situaciones devenidas de proyectos que, gusten más o menos, y cuyos impulsores gusten más o menos, son inversión, modernización edilicia a la altura de grandes ciudades contemporáneas, y trabajo. Hubo todo tipo de vivos de ocasión: los discursivos, los que fueron a buscar una moneda por atrás para dejar de cuestionar en redes el proyecto. Léase dame unos mare vides verdes y dejo de publicar en contra. Asco dan.
Desafío. El gobierno nacional busca cerrar la Escuela Nacional de Pesca. En tanto hay gremios que van por la vieja variante combativa de actos y paros en nombre de la defensa del patrimonio público, el secretario general de Capitanes de Pesca está en la idea de hacerse cargo de la escuela quitándola de la esfera del presupuesto público y gestionándola para formar a los hombres y mujeres de mar. Cambio de época que le dicen.
Las incomprensibles razones del odio. La cruz que se elevaba en la réplica del cementerio de Malvinas en Playa Costa Azul fue derribada por individuos no identificados que venían provocando robos y vandalismo. Un odio incomprensible. Y con todo para servido para que quede impune. ¿Alguien que sepa, alguien que hable?
Un hecho extraño, con un involucrado muy conocido I. Luis Scolari —«Lucho» para los conocidos, que son muchos— está detenido hace semanas en Batan. K. A. R. son las iniciales de una mujer de 54 años que denunció a Scolari por violencia sexual, relatando una historia de consumo de drogas, ingreso de dealers al edificio en donde habitaba, y un final desgarrador, en sus palabras, al haber sido penetrada analmente con un objeto de enorme tamaño. Scolari tuvo su momento de fama cuando denunció a Amado Boudou y su socio y alter ego José María Núñez Carmona (a) «El Nariga» por diferencias de millones en un negocio en el cual eran socios.
Un hecho extraño con un involucrado muy conocido II. Es cuando menos para preguntarse por qué Scolari —sujeto conflictivo si los hay, pero no un dealer o alguien con record criminal— está encerrado en Batan. La denuncia de K. A. R. es muy contundente y directa en cuanto a consumo de drogas y prácticas sexuales, y muy detallada, pero no dejaba de ser una relación de adultos, ambos consumidores de drogas. Extraño todo.