El economista se refirió en la 99.9 al precio del turismo en el exterior y aventuró una temporada de mucho turismo interno. Además, dejó su mirada sobre el blanqueo del gobierno: “viene muy bien”.
El país está atravesando una particular situación económica, pero las percepciones de lo que vendrá cambia mucho entre distintos analistas. Temas como el blanqueo o la apreciación del peso, tienen distintas conclusiones.
El economista Salvador Di Stefano habló en la 99.9 sobre su postura en ambas cuestiones y comenzó con el resultado que tiene hasta el momento el blanqueo planteado por el gobierno: “viene muy bien, más de $13.000 millones. Era necesario porque después de la pandemia, la gran crisis argentina y de los tres choques consecutivos que tuvo Argentina después de la crisis Mauricio Macri. Cuando pensaba que te recuperabas, vinieron dos años de pandemia y cuando parecía que le encontraban la vuelta, vinieron dos años de crisis de Alberto Fernández. Con lo cual muchas actividades pasaron a trabajar en negro, generaron bolsones de liquidez que no podían ir contra bienes registrables. Este blanqueo está mostrando que es récord”.
El que apostó a quedarse con dólares, para el especialista cometió un error porque el plan que presentó el gobierno se está cumpliendo y eso hace que el peso argentino empiece a mejorar: “cuando vos tenés un proceso de apreciación de llegada de capitales a tu país, lógicamente el peso se revalúa. Si empezás a tener superávit fiscal, si bajás la inflación y honrás la deuda, tu moneda va a estar apreciada. Los que dicen que está atrasado el dólar, parecería que hubiesen descubierto la pólvora, cuando en verdad es un proceso natural. Nosotros en diciembre le dijimos a la gente que venda los dólares porque si el programa económico se cumplía, habría una apreciación del peso. El programa económico se cumplió. El que mantuvo los dólares desde que asumió Milei hoy tuvo una ganancia de un 20% y la inflación en igual periodo fue el 153%. Esa es la plata que perdió el que se quedó en dólares”.
También señaló que ahorrar billetes no es la mejor decisión y que incluso directamente lo desalienta como comportamiento: “en el mundo nadie ahorra la moneda en billetes, es una porquería. En el mundo después de la pandemia hubo inflación y hubo suba de tasa de interés, con lo cual tenés que ahorrar en cosas, no en billetes. No es que yo tenga algo contra nadie, yo lo que le digo a la gente es ahorrar en billete es un error, tenés que ahorrar en cosas”.
Por último, brindó su mirada de lo que sucederá con el turismo en temporada cuando muchos están aventurando que habrá mucho viaje al exterior y poco en el mercado interno: “hay un montón de datos por las cuales este año la gente viaja menos que el año pasado y mostré que vienen más turistas ahora que el año pasado. Para esos que dicen que ahora va a haber un boom de gente que viaja al exterior hay que explicarle que si vos queres irte a Brasil con una familia tipo; papá, mamá y un niño de 12 años, te sale $7 millones te sale. ¿Me explicás quién tiene $7 millones para gastarlo en una vacaciones de 15 días? Si te querés ir a México, Playa del Carmen, te sale $20 millones. Mitad es pasaje y mitad all inclusive. ¿Pregunté por qué está caro el all inclusive? Resulta que el mundo también evoluciona y cuando vos antes ibas a un todo incluido, ese personal era barato y hoy se sindicalizó en República Dominicana, en México, en todos lados o sea que a todos los chicos que trabajan ahí adentro hay que pagarle más con lo cual todos los all inclusive del mundo están mucho más caros”.
Teniendo en cuenta este combo de situaciones, no dudó en sentenciar: “se va a inundar de gente Mar del Plata, abran los ojos, miren más para ustedes. Se va a inundar de gente la costa argentina, va a haber un turismo local impresionante, y se va a vender más comida, y se va a vender más de todo. Hagan los precios relativos antes de hablar. Hay que agarrar, sentarse en una computadora y averiguar cuánto sale afuera y cuánto sale acá adentro. La economía es precio relativo, no hablar por hablar. Ahora todo el mundo habla por hablar”.