El argentino radicado en Alicante se trasladó hacia un pequeño pueblo valenciano para brindar su ayuda luego del paso de la DANA y contó su experiencia en la 99.9.
La situación en Valencia luego del paso de la DANA que ha dejado múltiples daños, sigue siendo desesperante. Ahora una situación similar se está dando en Barcelona encendiendo nuevamente las alarmas.
En ese sentido, la asistencia de personas que se acercaron al lugar desinteresadamente a dar una mano ha sido clave como el caso de Juan José González, un argentino radicado en Alicante que fue a ayudar y contó su experiencia en la 99.9: “nunca hice cosas de este tipo entonces es una imagen impactante. Me contactaron a través de una clienta, una asociación, que me pidieron si tenía algo para para donar, para ayudar, para las herramientas, si tenía furgonetas y les dije “no tengo furgoneta porque se me ha roto, pero puedo echar una mano”. Me pasaron a buscar, fuimos el sábado y a primera hora estábamos ahí. Lo que te encontrás es un tsunami de lodo. No vi ningún tipo de ayuda. Era gente del pueblo, un pueblo de unos 10.000 habitantes. Ahí están todos los pueblos muy juntos, y es como si fuesen barrios de Mar del Plata. Era gente, ciudadanos del pueblo, limpiando, trabajando y ayudándose ellos mismos”.
Incluso el estado de indefensión que tenían los dejó paralizados porque no tenían en claro que hacer: “llegué al ayuntamiento y empecé a atender a la gente. Hacía 10 minutos que había llegado al ayuntamiento de una ciudad que no conozco, y nadie ayudaba porque estaba todo el mundo shockeado. Nosotros llevamos en un furgón una cuba de agua con 700 litros, llevamos bidones de agua, palas, asadas, pistolas de estas de agua de presión; es lo único que había en el ayuntamiento, lo que pudimos llevar nosotros. No había nada”.
En esos pueblos, una de las particularidades es que hay muchos adultos mayores, lo que complica las cosas mucho más: “era gente muy mayor de hecho a una pareja de abuelitos les tuve que ayudar a levantar la persiana metálica como la de un local que tenían en el garage porque estaban atrapados, no podían salir. No había nadie, aunque sea que organice y gestione”.
En medio de ese desastre, aparecieron los políticos buscando culpables, pero sin colaborar en la ayuda: “el escenario que yo me encontré el sábado fue mucho más catastrófico que lo que ellos encontraron el domingo. Parecía que había sido todo hacía horas, porque estaba todo paralizado. Ya a las 24 horas posteriores estaba todo un poco más limpio, más ordenado. Ahí es donde empezó a florecer la indignación de la gente, una vez que se empezó a tomar dimensión de la catástrofe“. En ese sentido, Juan José agregó que “la política busca culpables y no soluciones. En mi opinión es que falta infraestructura y tener la capacidad de reacción. España no es un país que tiene problemas de recursos, de dinero; lo que me indignó a mí fue la arrogancia política de no presentarse o no enviar ayuda porque si fuese un país pobre, uno dice “es todo lo que tenemos”, pero acá estamos hablando de que está todo. No se hizo por otras cuestiones”.
Por el contrario, González revirtió la carga de la culpa en los políticos que son los que no dieron un respuesta antes: “la solución y la culpa es política de lo que pasó, la solución la tienen los políticos y la responsabilidad la tienen los políticos”.