Así lo afirmó el Ingeniero Civil, Geógrafo e Historiador valenciano en la 99.9 explicando los motivos que generaron que la DANA tenga las magnitudes que tuvo.
Luego de la DANA en Valencia, inmediatamente se comenzó a hablar de las consecuencias del cambio climático, pero hay una realidad histórica de esos territorios que es innegable y aquellos que viven allí se encargan de remarcarlo.
El Ingeniero Civil, Geógrafo e Historiador Isaac Moreno Gallo habló en la 99.9 desde España sobre la frecuencia con la cuál llegan tormentas de este tipo a esa zona: “al margen de lo que sea o no el cambio climático, lo cierto es que estos fenómenos meteorológicos son recurrentes en todo el Mediterráneo, no sólo en el español pero particularmente en la zona de Valencia. Hay muchos datos para saber que han ocurrido en los últimos 2000 años, 2500 años, de una manera impresionante y constante. Es decir, cada 100 o 150 años, a veces 50 años, hay un episodio más o menos como el que hemos vivido ahora, con características muy diferentes, evidentemente, porque la ocupación del territorio no es la misma ahora que las anteriores”.
Esa ocupación de lugares que antes no lo estaban, ha generado que la catástrofe sea mucho peor y no tiene que ver sólo con factores de calentamiento global, sino de la organización en el territorio. “Cuando uno examina la Albufera, que hace apenas 2.000 años era una bahía y se ha cerrado ya, observa que los sólidos que arrastran estos barrancos que desembocan en ella son de unos volúmenes impresionantes, porque si no, no habrían vencido la hidrodinámica marina, que es lo que ha ocurrido. Esos barrancos necesitan unos cauces y si vuelve a ocurrir y los cauces se han ocupado, como ha ocurrido en los últimos 50 años, sobre todo con instalaciones, industrias, viviendas también, y por supuesto los automóviles, que es algo que ha aparecido también en el último siglo, esa barrancada va a seguir pasando por el mismo cauce, esté lo que esté en el medio. Ese es exactamente el retrato de la catástrofe que hemos tenido. Se ha ocupado el cauce, sí. No ha habido una ordenación territorial inteligente”, sentenció Moreno Gallo.
Las obras que no se realizaron en el pasado y que generaron una situación más grave en la actualidad, tendrán que hacerse ahora para atenuar el impacto de la ocupación territorial: “esas obras son críticas y habrá que acometerlas ahora y probablemente ampliadas, salvo que hayamos perdido el juicio ya directamente todos. Hay que prepararse a una ocupación del territorio que no existía antes. Cuando antes venía una riada, los daños eran mínimos, personales y de bienes, porque no estaban en el cauce. En el año 57, efectivamente, hubo una enorme riada que asoló Valencia capital. A partir de ahí se estableció un plan que se llamó el Plan Sur, porque afectaba al sur de la capital de Valencia. Se hizo un cauce nuevo del Turia, que siempre ha estado vacío y ahora se ha llenado al límite. Las cosas bien hechas, funcionan bien pero se desarrollaron algunos otros planes, no se terminaron del todo y sobre todo, no se emprendieron estas obras que hace ya más de 20 años se advertía que era necesario hacer. Ese es el problema”, agregó.
No es el único que sabía que esto podía pasar, sino que hubo muchas advertencias en el camino que los gobernantes de turno en todo este tiempo, desoyeron: “ayer mismo vi una pequeña charla de un señor ya muy entrado en años, más de 80 seguramente. Él participó en la planificación de todas esas obras que no se han hecho y sabía que esto iba a ocurrir y también estaba verdaderamente perplejo de cómo se estaba extendiendo la urbanización hacia la zona inundable que él conocía bien porque había planificado estas obras, había intervenido en esa planificación. Había gente que lo veía y probablemente en algún momento daría alguna alarma, porque tampoco hace falta ser un especialista nato para estas cosas. Ahora se da cuenta uno del disparate, de la estupidez, de la dejación de funciones que ha habido en permitir construir en estas zonas y que ha ocasionado que 250 personas acabarán muertas, son muchísimos: Seguramente se judicializará y se buscarán responsabilidades”.
Lo cierto es que ahora, con la situación que se ha generado, lo que se debe hacer es mucho más grande que lo que había que desarrollar antes y la construcción de esas barreras lleva mucho tiempo: “las obras que hay que emprender ahora son muy costosas, porque se trata de embalses de laminación, también diques de laminación, que no sólo cambia el nombre, el concepto también es diferente, y son obras que normalmente tienen unos periodos de construcción muy largos, no menos de 20 años, a veces 30 un buen embalse y habrá que hacer más de uno. Probablemente se emprendan dos, tres o cuatro, porque son varios los barrancos afectados. Hasta ese momento no habrá protección suficiente, no habrá medios paliativos. Es una cosa grave que alguien tiene que tomar por los cuernos, que va a durar varias legislaturas, sin ninguna duda. El gran problema es que la gente gobierna para sí mismo cuatro años y luego el que venga atrás ya solucionará lo que no he solucionado yo. Pues no, es que esto no se trata de hacerlo así. Estos son planes a largo plazo, planes estructurales, y algunos países pues parece que se ven incapacitados para emprender”.