Ocurrió en Nador, cerca de Melilla, y el incidente ha generado críticas en redes sociales al considerar que va contra las libertades y derechos humanos.
Los responsables de un hotel situado en el centro de la ciudad de Nador, cerca de Melilla, expulsaron a un cliente marroquí que reside habitualmente en el extranjero, lo que provocó un gran revuelo. Justificaron su decisión en que había afirmado que es ateo y no cree en la existencia de Dios.
El cliente, que pasaba sus vacaciones en Nador, llegaba al hotel y se mostró molesto por un trato inadecuado por parte de los responsables del establecimiento. El dueño pidió al interesado que abandonara el lugar inmediatamente, porque sus creencias intelectuales y religiosas no eran bienvenidas en ese lugar, lo que provocó que el afectado manifestara que se sentía víctima de un comportamiento era arbitrario e inaceptable.
El incidente generó muchas críticas por parte de ciudadanos e redes sociales, quienes consideraron que tales acciones afectan los derechos humanos y las libertades individuales.