El presidente del Colegio de Arquitectos de Buenos Aires Distrito 9, habló sobre el informe que presentaron por el proyecto de La Reserva.
El proyecto que se presentó para construir un complejo de viviendas en el sector denominado La Reserva, generó una fuerte cantidad de críticas sobre todo desde el Colegio de Arquitectos de Buenos Aires Distrito 9 que presentó un informe de cuestiones que consideran importantes tener en cuenta.
El presidente de dicho distrito, Arquitecto Diego Domingorena, habló en la 99.9 sobre estas objeciones presentadas: “ampliamos un informe ya presentado en enero del 23, encontramos un listado importante de cuestiones que harían el desarrollo de este proyecto inviable. El motivo por el que ampliamos este informe y lo estamos difundiendo es porque estamos a horas de la audiencia pública que se va a realizar el día martes a las 9 de la mañana en el Concejo Deliberante y nos pareció oportuno reforzar lo que el colegio piensa e inclusive ampliar algunas cuestiones”.
En cuanto a los puntos que rechazan, fue más específico y los explicó detalladamente: “en primer lugar nos pareció de muy mala organización, no sé si intencionalmente o no, pero la inscripción para participar de esta audiencia pública se hizo de forma presencial en el EMSUR en un punto totalmente alejado de la ciudad cuando cualquier audiencia pública hoy en día la inscripción es vía digital. En el informe nuestro hay un montón de puntos. En primer lugar, la reserva es un lugar de fragilidad ambiental, está lindero con la Reserva Paseo Costanero Sur, que es una reserva municipal. A tal punto esas áreas son sensibles que la reserva tiene un plan de manejo propio que obviamente en este emprendimiento privado no está contemplado. Evaluando la superficie que se va a construir, estamos hablando de un desmonte importante en toda la zona. Más o menos 150 árboles que han sido plantados en la década del 30 cuando se llevó adelante la ruta oficial 11 se van a desmontar. Una cuestión básica es que estamos haciendo un tipo de construcción que no es adecuada para los médanos. Uno cuando construye sobre médanos se busca apenas pisarlos. También la superficie que se va a construir va a generar una impermeabilización importante del suelo que dificulta la infiltración de agua, que es la que renueva el acuífero de toda la zona sur, sobre la que se alimenta la población de esa zona”.
Pero no quedaron allí los puntos que piden tener en cuenta, sino que Domingorena agregó que “un dato no menor es que es una zona paleontológica y hay una serie de ordenanzas municipales y provinciales que regulan cómo tiene que trabajarse en un lugar donde hay cuestiones paleontológicas a rescatar y a descubrir. Tampoco está contemplado en este proyecto. Está tratado como si fuera un distrito urbano. Los indicadores se llevaron a ese nivel. Encontramos que no hay un estudio de cono de sombras, por lo menos dos de los edificios van a arrojar sombras sobre la playa. El sector privado donde se va a hacer el desarrollo, linda con una línea de ribera sobre el mar que es dinámica. Esa línea va modificándose año a año de acuerdo a cómo se comporta el mar y eso tampoco está tomado en cuenta. Otro tema es el límite entre la Reserva Natural y el predio privado, que hace años que no se mensura. Los alambrados que están colocados, nadie sabe realmente si van en el lugar que corresponde o no, por lo que no se sabe tampoco si son correctos los retiros o son incorrectos”.
Por último, agregó un par de cuestiones más a la lista de críticas: “está el tema de la carga sobre la zona, la densidad que estamos hablando es que van a habitar en el menor de los casos 600 personas. La zona no tiene carga, infraestructura previa, ni de desagüe cloacal, ni de alimentación de agua. Ni hablar de un tendido de gas que puede alimentar estas viviendas. No lo podemos garantizar, pero seguramente va a estar complicado el acceso a la playa pública porque es como una lógica que ocurre en todo este sector de Mar del Plata con los emprendimientos privados no se contempla el acceso público a las playas”.
Ante la inminente audiencia pública, Domingorena cerró indicando que “en estas cuestiones deberían tener planes de manejo y no están pautados en el proyecto. Lo único que se aprueba son la cantidad de metros cuadrados, la densidad, la altura, la superficie se va a construir y después todo esto que estamos hablando, nadie sabe quién lo va a controlar, qué va a ocurrir, cómo se va a desarrollar. Creo que eso es lo más grave”.