Jack Smith recomendó anular la acusación porque no se puede enjuiciar a un presidente en ejercicio.
Donald Trump allana el camino para el inicio de un segundo mandato despejado de procesos judiciales. En las últimas horas, el fiscal especial Jack Smith presentó una moción para retirar los cuatro cargos por delitos graves contra el presidente electo en relación con su esfuerzo por anular las elecciones presidenciales de 2020, previo al ataque del 6 de enero al Capitolio de los Estados Unidos.
Trump fue acusado inicialmente de cuatro delitos graves en agosto de 2023: conspiración para defraudar a los Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial, y conspiración contra derechos. El caso se suspendió durante meses mientras el equipo del republicano argumentaba que no podía ser procesado. La acusación marcó un momento extraordinario en la historia de Estados Unidos: la primera vez que se acusó a un presidente de intentar aferrarse ilegalmente al poder.
Ahora, esta desestimación también marca un momento histórico también. “La posición del Gobierno sobre los méritos del enjuiciamiento del acusado no ha cambiado. Pero las circunstancias sí lo han hecho”, escribió la oficina de Smith en el documento presentado el lunes, agregando que busca desestimar los cargos antes de la investidura de Trump, en línea con la posición de larga data del Departamento de Justicia de que no puede acusar a un presidente en funciones.
“Esta prohibición es categórica y no depende de la gravedad de los crímenes imputados, la solidez de las pruebas del Gobierno ni los méritos del enjuiciamiento, que el Gobierno respalda completamente”, agregó el fiscal especial.
La Corte Suprema otorgó a Trump una victoria temprana en el caso en julio con su fallo sobre la inmunidad presidencial. Sin embargo, un nuevo gran jurado federal acusó nuevamente a Trump de los mismos cuatro cargos en agosto, alegando que las afirmaciones falsas de Trump sobre un fraude electoral masivo en las elecciones de 2020 eran “infundadas, objetivamente irrazonables y cambiantes” y que Trump “sabía que eran falsas”.
Públicamente, Trump nunca ha reconocido que sus afirmaciones sobre las elecciones fueran, de hecho, falsas, y se declaró inocente en el caso.
Tras conocerse la noticia, el portavoz de Trump, Steven Cheung, dijo en un comunicado que “la decisión de hoy del Departamento de Justicia pone fin a los casos federales inconstitucionales contra el presidente Trump y es una gran victoria para el estado de derecho. El pueblo estadounidense y el presidente Trump quieren el fin inmediato de la politización de nuestro sistema de justicia y esperamos unir a nuestro país”.
Tras la reelección de Trump como presidente, la oficina del fiscal especial se vio atrapada entre “dos intereses nacionales fundamentales y apremiantes”, según escribió el equipo de Smith. “Por un lado, el requisito constitucional de que el presidente no debe ser indebidamente obstaculizado en el cumplimiento de sus importantes responsabilidades… y por otro lado, el compromiso de la Nación con el estado de derecho y el principio de larga data de que ‘[n]adie en este país está por encima de la ley'”, reza la explicación.
En esta misma línea también se presentó una moción para retirar una apelación para revivir el caso de documentos clasificados contra Trump, poniendo fin de manera efectiva a ambos procesos federales. Para ello se aplicó la misma lógica que llevó a Smith a informar al Tribunal de Apelaciones del 11.º Circuito de Estados Unidos que está retirando la apelación en relación con Trump, pero no con sus dos coacusados en el caso.
“La apelación relacionada con los otros dos acusados continuará porque, a diferencia del acusado Trump, ningún principio de inmunidad temporal se aplica a ellos”, escribió Smith.