La diputada nacional habló en la 99.9 sobre el proyecto que buscarán tratar esta semana en el recinto. Además, se refirió a otra de las iniciativas como la democracia sindical.
La legislatura está atravesando una semana de proyectos muy importantes que tienen que ver con el funcionamiento de un estado pero que también están vinculados al trabajo cotidiano de distintas entidades que funcionan con dinero público.
La diputada nacional Karina Banfi habló al respecto en la 99.9 en principio sobre un proyecto clave que es el de Ficha Limpia donde aspiran esta semana a tener los números suficientes para poder abordarlo, no como sucedió la semana pasada: “espero que sí. Fue lamentable lo que pasó, vimos ahí un juego de la silla que hacían algunos diputados como para no sufrir el escarnio público de que le dijeran que no estaban dando quórum. En realidad lo que estamos viendo principalmente es un acto de impunidad, entendiendo que acá hay una ley que no tiene nombre y apellido, simplemente que los argentinos no queremos compartir más, por lo menos quienes representamos, y si tenemos la oportunidad de representar al pueblo argentino, no queremos compartir más el recinto con corruptos, con lavadores de guita, con coimeros, con gente que mete la mano en la lata de los impuestos de los argentinos para enriquecerse ellos. De esto se trata ficha limpia. Cuando vos tenés la posibilidad de llegar a la justicia y que la justicia te condene en dos oportunidades, no hay mucho más para discutir. Lo que es importante es cómo resuelve sus cuestiones judiciales, no teniendo ampararse en los fueros que tienen el recinto para evitar la justicia”.
Entre las principales críticas al proyecto hubo una expresión del constitucionalista Gil Domínguez indicando que lo que buscan es aplicar una retroactividad que sería imposible, Banfi le dedicó un párrafo especial: “para mí, que vengo hace desde el año 2016 acompañando a la diputada Lospennato en el primer proyecto que presentó y que luego muchos diputados y diputadas del bloque radical tuvieron sus propias iniciativas y que no habiendo logrado en el Congreso de la Nación, cuando llegaron y volvieron a sus provincias, lo hicieron ley en sus provincias, nadie nunca habló de la retroactividad de una ley en el marco de una reforma a la ley electoral. No estamos hablando de la ley penal, la verdad es ridículo. Lo que hace el señor Gil Domínguez es para defender a la condenada Cristina Kirchner. Cuando nosotros estamos haciendo un planteo de las características que tiene la ficha limpia, son solamente los requisitos que necesita cualquier persona que quiere candidatearse al momento de presentarse en las listas de competencia electoral. Así como tiene que ser mayor de 25 años, también va a tener que mostrar cómo es su prontuario, si tiene alguna condena o no tiene alguna condena. Si está condenada por dos instancias, confirmando la sentencia de primera instancia, no va a poder participar. Si no es ese el caso, va a poder participar. Es muy simple y muy sencillo. No hay retroactividad, no es el momento. Todo eso confunde a la gente y la verdad es lamentable, porque el señor Gil Domínguez, como constitucionalista es muy bueno, como abogado, más o menos”.
El otro proyecto sobre el que pretenden avanzar es sobre la denominada “democracia sindical” que en Argentina no existe. En este caso, la legisladora también fue muy clara y concisa: “como diría el presidente de Milei, es una semana en el Congreso del Principio de Revelación. Vamos a ver quiénes están a favor de la democracia dentro de las organizaciones que administran fondos públicos. Nosotros no nos estamos metiendo en la vida interna de las organizaciones de la sociedad civil y en donde, desde un marco normativo, queremos inmiscuirnos en la elección de la vida política interna que tienen las organizaciones. Acá las organizaciones sindicales, desde los años 90, gracias al señor Menem, tienen y administran fondos de manera coactiva por una ley de todos los trabajadores en blanco de la Argentina. Si por una ley ellos pueden administrarse, a diferencia de cualquier otra organización, queremos que por lo menos haya democracia sindical, haya una alternancia en la toma de decisiones como parte de los requisitos de la vida interna de este tipo de organizaciones que hacen y funcionan con el dinero de los contribuyentes, con el dinero de los trabajadores en blanco. Si no les gusta es parte de los requisitos que nosotros ponemos. Deben renunciar a la cooptación obligatoria que tienen de los recursos del esfuerzo de todos los trabajadores y que sea de manera voluntaria. Esa es la otra opción. Y ahí nosotros, como Estado, no nos metemos en cómo ellos tienen administrados los recursos. Ahora, si ellos tienen una ventaja sobre los recursos que ingresan a la administración de estas organizaciones, nosotros como Estado queremos tener por lo menos algo mínimo, que es la democracia sindical como parte de la administración”.