El psiquiatra habló en la 99.9 sobre el proyecto de ordenanza que se aprobó en el Concejo Deliberante y que pretende un acuerdo con la Federación Universitaria Marplatense.
La aprobación en el Concejo Deliberante de una ordenanza que pretende un acuerdo con la Federación Universitaria Marplatense para cambiar el enfoque punitivista y moral de la cuestión de las drogas ante las fiestas electrónicas que se organizarán en el verano, han planteado una serie de situaciones peligrosas.
El psiquiatra Francisco Bordón habló en la 99.9 sobre el efecto de este tipo de manejo de una difícil situación: “no hay que punir al que tiene una enfermedad de consumo de sustancias, en eso estamos todos de acuerdo. Lo que hay que punir es el narcotráfico porque hay gente que se hace millonaria y hasta políticamente poderosa, con recursos para torcer voluntades a todos niveles, sobre la sangre, la vida, no solo del pobre enfermo sino de toda su familia, porque son los padres, las madres y los hermanos que están sosteniendo, tratando de ayudar a sus familiares a costa de sus propias vidas. Esto no es una mirada ni moralista ni punitivista. Obviamente que tiene que haber una actitud punitiva sobre el narcotráfico. Cuando hablamos de moral es de salvar vidas y familias enteras”.
Lo que se plantea es hacer una prevención de los efectos de las drogas ilegales, pero Bordón señaló que eso es imposible de controlar: “prever a quién le va a hacer daño una droga como las metanfetaminas, o lo que se utiliza en las fiestas electrónicas, es una locura. Cuando en las fiestas electrónicas se consume estas sustancias en particular, se produce un desorden de una hormona que regula la cantidad de sodio que hay en el sistema vascular. A la persona por supuesto le informan que tiene que tomar mucha agua y se produce un edema de los órganos. El problema es que el cerebro está en una caja rígida, se puede dilatar, y cuando se edematiza el cerebro como que se encalla sobre la parte ósea, y el paciente entra en un estado confusional, luego hace convulsiones y luego se muere. Eso no sabés a quién le va a pasar, es jugar a la ruleta rusa, y hay que aclarárselo bien a la población, tanto a los jóvenes y a los padres: cuando jugas a la ruleta rusa, a veces la bala sale”.
Para el profesional, el enfoque no es correcto y, por el contrario, hay que informar con la verdad a las personas que consumen y sus familias: “esto hay que informarlo, más que decir “mira, fíjate, qué sé yo, hacelo con cuidado, o sacar la mirada de esto”; eso es francamente detestable”.