El periodista habló en la 99.9 sobre su nuevo libro “Nisman, Anatomía de un crimen” y contó las revelaciones de su investigación.
El periodista Daniel Santoro ha lanzado un nuevo libro que aborda la muerte del fiscal Alberto Nisman. Se trata de “Nisman, Anatomía de un crimen”, donde ha abundado en datos de una investigación completamente deficiente.
En diálogo con la 99.9, el propio autor habló sobre el trabajo que realizó y cuáles son los puntos destacados que descubrió: “en el libro hay un examen muy detallado del informe multidisciplinario de la Gendarmería Nacional que determinó cosas como por ejemplo que no tenía pólvora en las manos, que además las manchas de sangre solamente pueden entenderse si Nisman estaba en posición de rodilla en tierra, de costado como dice la defensa de Diego Lagomarsino, la forma de la caída en el baño de las torres de Le Parc, también es otro elemento que tiene en cuenta; la posición de la pistola Bersa que estaba debajo del homóplato izquierdo. Yo consulté a un médico especialista, el doctor Fernando Cichero, que me confirmó también cosas como que el tiro es oblicuo, es decir, que no está apoyado sobre la cien como hacen la mayoría de los suicidas, que apoyan la pistola en la cien o se ponen la pistola en la boca, y la presencia de ketamina lo que hace es disociar la voluntad de una persona y de esa forma que es una persona que queda como un zombi y es fácil de manipularlo para que uno o dos victimarios dentro del baño hayan simulado un suicidio. La etapa que está ahora en la causa es la de imputar a aquellos que han contaminado la escena del hecho”.
Todavía no se ha avanzado en los estamentos más altos del poder pero todo parece indicar que se debe ir hacia arriba: “Cristina Fernández no está imputada todavía. La investigación la tiene delegada el fiscal Taiano y lo que hizo fue imputar al comisario Di Santo y al Jefe de la Prefectura, Aranda, por la contaminación de la escena del crimen. Esa noche había más de 60 personas entrando al departamento de Nisman, la mayoría sin uniformes de bioseguridad, incluso el mismo Berni tenía barro en los zapatos”.
Justamente el caso del entonces Ministro de Seguridad, Sergio Berni, es algo particular porque no ha quedado en medio en la investigación: “él habló 31 veces con la presidenta Cristina Kirchner desde el departamento, el había dicho que eran dos o tres y en realidad fueron 31 veces. Yo revelo cosas como, por ejemplo, que un espía de la SIDE, esto está registrado en la causa, entró esa noche, observó todo lo que pasaba, salió y mandó un informe de la SIDE, y nadie lo paró y le pidió una identificación. Lo mismo pasó con algunos vecinos que entraban y salían, porque lo que deberían haber hecho es determinar como zona del hecho, no solamente el baño que fue lo que hizo la fiscal Fein y el Jefe de la Prefectura, sino el baño, todo el departamento, el palier y el ascensor de entrada, son elementos que deberían haber preservado. No se encontró ninguna huella digital de terceros o de los policías que contaminaron la escena del hecho”.