Los avances de la última semana son de lejos los mayores en los últimos años por parte de las facciones de la oposición, lideradas por un grupo que tiene sus orígenes en Al Qaeda y es considerado una organización terrorista por Estados Unidos y las Naciones Unidas.
Los insurgentes sirios han declarado que han entrado en la capital, Damasco, y que el longevo presidente Bashar al Assad ha huido del país, lo que supone la culminación de un avance relámpago por todo el país que comenzó a finales de noviembre.
Los grupos insurgentes, encabezados por el grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS), anunciaron también que habían entrado en la tristemente célebre prisión militar de Saydnaya, al norte de la capital, y “liberado allí a nuestros prisioneros”. Un día antes, las fuerzas de la oposición se hicieron con el control de la ciudad central de Homs, la tercera de Siria, al abandonarla las fuerzas gubernamentales. Homs se encuentra en una importante intersección entre Damasco y las provincias costeras sirias de Latakia y Tartus, base de apoyo del líder sirio y sede de una base naval rusa.
La toma de la ciudad fue una gran victoria para los rebeldes, que ya se habían apoderado de las ciudades de Alepo y Hama, así como de amplias zonas del sur, en una ofensiva que comenzó el 27 de noviembre.
Los avances de la semana pasada son, con mucho, los mayores de los últimos años de las facciones opositoras, lideradas por un grupo que tiene sus orígenes en Al Qaeda y está considerado organización terrorista por Estados Unidos y Naciones Unidas. En su empeño por derrocar al Gobierno de Assad, los insurgentes, dirigidos por HTS, apenas han encontrado resistencia por parte del Ejército sirio.
Los habitantes de Damasco se han apresurado a abastecerse de provisiones diarias, y miles de personas se han dirigido a la frontera con Líbano para intentar abandonar el país. La ONU dijo que estaba trasladando fuera del país al personal no crítico como medida de precaución.
El primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, ha emitido un mensaje de unidad y esperanza en un momento de profunda crisis nacional. A través de un video grabado mientras se encuentra en su residencia, al Jalali hizo un llamamiento a la unidad nacional en medio de la toma de Damasco por insurgentes islamistas.
En su declaración, el primer ministro enfatizó su compromiso inquebrantable con Siria, afirmando que pertenece a este país y no conoce otra patria. Subrayó que las instituciones estatales no son propiedad de ningún individuo, sino patrimonio de todos los ciudadanos sirios.
Al Jalali extendió una mano de cooperación a todos los sirios que estén interesados en preservar las estructuras institucionales del estado. Manifestó su disposición para una transición pacífica, indicando que cualquier nuevo liderazgo elegido por el pueblo sirio contará con su total colaboración.
Situación de Assad
Los medios de comunicación estatales sirios habían negado anteriormente los rumores de que Assad hubiera huido del país, afirmando que estaba cumpliendo con sus obligaciones en Damasco. Pero los medios árabes, citando a los rebeldes, afirman que subió a un avión y abandonó Siria con destino desconocido.
Según Flighradar un avión despegó de Damasco anoche y su señal desapareció cerca de Homs en lo que podría ser un aterrizaje forzoso, haber sido derribado o simplemente señales GPS no válidas debido al viejo transpondedor de la aeronave.
El viernes, el diario británico ‘The Telegraph’ informó de que la familia de Assad había abandonado Siria y volado a Rusia, pero no dijo qué miembros de la familia se habían marchado ni a qué ciudad habían ido. Y en las primeras horas del domingo, el mando del Ejército sirio notificó a los miembros de las fuerzas armadas que los 24 años de Gobierno de Assad habían llegado a su fin, aunque ya se han cumplido 53 años de dinastía, desde que su familia está en el poder.
Los insurgentes en Damasco dicen haber tomado el control de la sede del servicio nacional de radio y televisión. Assad ha recibido poca ayuda de sus aliados, por no decir ninguna.
Rusia tiene la mayor parte de sus fuerzas ocupadas en la guerra de Ucrania y Hezbolá, con sede en el Líbano, que en un momento envió miles de combatientes para reforzar las fuerzas de Assad, se ha visto debilitada por un conflicto de un año con Israel. Irán ha visto cómo sus aliados en la región se degradaban debido a los ataques aéreos regulares de Israel.
Reacciones internacionales ante este golpe de estado
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, pidió el sábado conversaciones urgentes en Ginebra para garantizar una “transición política ordenada”. En declaraciones a los periodistas en el foro anual en Doha, Qatar, dijo que la situación en Siria estaba cambiando minuto a minuto. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, cuyo país es el principal respaldo internacional de Assad, dijo que sentía “lástima por el pueblo sirio”.
La ONU dijo que había trasladado al personal no crítico fuera del país como medida de precaución. El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, escribió el sábado en las redes sociales que Estados Unidos debería evitar involucrarse militarmente en Siria. Por otra parte, el asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden dijo que la administración Biden no tiene planes de intervenir en Siria.
El sábado, ministros de Asuntos Exteriores y diplomáticos de alto nivel de ocho países clave, incluidos Arabia Saudita, Rusia, Egipto, Turquía e Irán, junto con Pederson, se reunieron al margen de la cumbre de Doha para discutir la situación en Siria. En una declaración, los participantes afirmaron su apoyo a una solución política a la crisis siria “que conduzca al fin de las actividades militares y proteja a los civiles”.
El máximo diplomático de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, criticó a Assad por no aprovechar la pausa en los combates de los últimos años para abordar los problemas subyacentes del país. “Assad no ha aprovechado la oportunidad para empezar a comprometerse y restablecer la relación con su pueblo”, afirmó.
Toque de queda, primera medida de los rebeldes
Tras el éxito de su movimiento y la huida de Al Assad los insurgentes han proclamado el toque de queda durante la noche, desde las 16:00 hasta las 5:00 hora local. Y se convierte en la primera medida ante la nueva situación política de la región.