El permiso entrará en vigor entre septiembre del año que viene y enero del 2015.
“Este es solo el primer paso. Cuando millones de personas sin documentos conduzcan legalmente respetando las normas de California, el resto del país tendrá que prestar atención”, aseguró el gobernador Jerry Brown en el Ayuntamiento de Los Ángeles, mostrando su satisfacción por la firma de una ley que permitirá que “los inmigrantes indocumentados dejen de estar en la sombra”. Existen y van a ser bien tratados y respetados en California”.
El permiso entrará en vigor entre septiembre del año que viene y enero del 2015, un tiempo necesario para que el Department of Motor Vehicles (DMV) regularice la nueva documentación. A diferencia de la que utilizan el resto de los conductores en este Estado, los nuevos permisos llevarán impresas las letras DP (driving privilege, “privilegio de conducción”) en lugar de DL (driving licence, “permiso de conducción”).
En el documento también constará en letras mayúsculas que “no puede ser usado para votar, ni para obtener trabajo ni ayudas públicas”, un requerimiento del Homeland Security (Departamento de Seguridad) que Jerry Brown se ha visto obligado a suscribir para dar vía libre al proyecto de ley aprobado a mediados de septiembre por el Congreso y el Senado.
Grupos de activistas en temas de inmigración se han mostrado suspicaces respecto a esta particularidad del carnet, que podría utilizarse para identificar y actuar contra las personas que no cumplen todos los requisitos legales para estar en EE.UU.
Sin embargo, los beneficios de la nueva norma saltan a la vista de muchos. “Tras 20 años de discriminación al volante, esta ley significa un momento crucial para California”, opina Arturo Carmona, director ejecutivo de Presente.org, una organización nacional que da voz a la comunidad latina. “Y lo que es más importante: este permiso protege a los inmigrantes contra el terror de ser deportados por la colaboración de los gobiernos locales, estatales y federales”, añade.
Hasta ahora, tal como reflejan las estadísticas, muchos conductores sin permiso implicados en colisiones se daban a la fuga por el miedo a ser expulsados del país. Con la nueva ley esta situación cambia, al mismo tiempo que se fomenta el tener un seguro de conducción y cumplir con las normas que rigen en las carreteras del Estado.
Para Jaime Regalado, profesor emérito de Ciencias Políticas en la California State University de Los Ángeles, “el gobernador Brown, que cuenta con un apoyo notable entre los latinos, es consciente de que los ciudadanos cada vez se muestran más abiertos a los inmigrantes, pese a ser un asunto que todavía no está resuelto en el Congreso”.
Mario Cárdenas, perteneciente al Council of Mexican Federations, una coalición que junto a otras muchas ha presionado para que la ley saliese adelante, manifiesta que “ahora la prioridad es educar a los inmigrantes en las normas a seguir en la carretera para obtener el permiso y conseguir una conducción más segura”.
Con esta ley, recién firmada, California se convierte en el décimo Estado que permite a los inmigrantes indocumentados conducir legalmente.