La conversación. Entre amigas, en un café de Alem: «—Y en cuatro años me jubilo. —Ah, ¿sí? ¿Y con cuánto te jubilás, con todos los años en el municipio? —Sí, pero ahora me van a subir cuatro categorías, para tener mejor jubilación. —¿Y cómo es eso? —Bueno, se hace para que puedas estar mejor como jubilada». Así: sin dar examen, sin mérito, sólo por el paso del tiempo. Otro ejemplo de un Estado autosatisfactivo. Hay oídos en todas partes.
Un pifie mal y van… La distinción de Bandera Azul recibida por Mar del Plata en reconocimiento de sus aguas limpias fue ninguneada por el municipio: lo dejaron en una gacetilla de OSSE que pasó sin pena ni gloria. En la era de las redes, no la vieron. Luego del ataque contra la ciudad usando un video fake de 2016, recién —y empujándolos— reaccionaron. Por la guita que le pusieron al variopinto elenco de Olga, bien les podrían pedir que entre tantas zangolotudeces que peroran, hablen de este tema. Decimos como un aporte, no más.
De veranos, festivales y escenarios I. Es altamente probable que muchos sepan más de los festivales musicales de verano en Europa, que de lo que pasa en la ciudad. Es increíble que una estructura empresaria como la que despliega la sociedad detrás de Mute no esté en la idea de ciudad de los propios marplatenses. El escenario es superior al del Central Park de NYC o el de Glastonbury en Inglaterra. Y ni que hablar del esfuerzo en sanitarismo o seguridad, tema con el que este año dieron un fuerte vuelco.
De veranos, festivales y escenarios II. Tal como dice Daniel, quien vende pochoclos en la peatonal hace ya más de 20 años, «estalló el verano». La movida al sur, que consolida el público joven que elige a Mar del Plata, siempre tuvo el problema de los pungas. Este año, en Mute colocaron y pusieron en marcha un plan de videoseguridad que permitió recuperar nueve celulares robados y detener a las carteristas. En los encuentros masivos que se repiten en este y otros balnearios, es un esquema que los programadores deberían imitar.
Los locos Addams I. Como si fueran Morticia, Gomez, Largo y el tío Cosa, se presentan en Mar del Plata la hermana presidencial Karina, el armador desarmado Pareja, el sobrino Juan Martín y el ex concejal, ex diputado provincial —por muy poco tiempo- Alejandro Carrancio, asistidos por el tío Lucas, Emiliano Giri. El futuro se ve brumoso. Muy.
Los locos Addams II. El grupete recorre la provincia e ignora por segunda vez a la diputada nacional Juliana Santillán, hoy denunciada por actividades no muy claras vinculadas a conseguir adeptos para las sociedades anónimas vinculadas al futbol. Santillán —que curte su rol de femme fatal exhibiendo su curvilínea figura añosa y confunde la S con la C y es motivo de diatriba en redes— es dejada una vez más fuera del paseo costero dedicado a generar condiciones políticas para las elecciones de medio término.