Julián Lanzillotta es un emprendedor argentino que comenzó haciendo parrillas por hobby y hoy exporta 50 países. En el año 2018 Julián tenía una ferretería familiar en su casa y en el fondo había construido un piso con adoquines para hacer sus propios asados con estacas pero al resultarle algo incómodo y por los vientos que también tenía en esa zona, se construyó una parrilla con ruedas para poder girarlo según de dónde soplaba el viento.
“Lo terminé y lo empecé a usar y la gente pasaba, porque era un barrio que tenía una bicisenda y me decía dónde lo compraste? No, me lo hice yo. Bueno, cotizame uno. Y les decía no, no me dedico a esto”, contó. Y agregó “yo en ese momento estaba jugando al rugby y mis amigos me pedían que les hiciera uno. Y un día justo encontré una rueda grande y dije voy a hacer uno para el club, que en el club lo empezamos a disfrutar en los terceros tiempos. Lo llevé un sábado que jugábamos y fue una locura, y es como que ahí me llamó la atención lo que generó y es como que se me prendió, porque dije pará acá hay algo raro, no es normal que tanta gente le saque fotos, tanta gente me pida. En ese momento con la ferretería me estaba yendo mal y vi ahí como el huequito del negocio, empecé a investigar, no vi nada en las redes, no vi nada así como similar y dije bueno, parece que creé un producto pero fue muy, muy loco porque fue muy orgánico y nunca, nunca me imaginé que iba a estar vendiendo donde estoy vendiendo y la cantidad que fabricamos. Esto fue en el 2018 y en el 2021, o sea los tres años, armé una fábrica tremenda. Hoy no lo puedo creer” detalló Lanzillotta.