La esposa del embajador argelino en Mali fue rechazada en frontera y devuelta a su país.
La tensión existente entre Francia y Argelia después de que este último país se negara hasta en 10 ocasiones a acoger a uno de sus nacionales que debía ser deportado y que fue el que cometió el atentado por acuchillamiento en la localidad gala de Mulhouse, en el que fue asesinada una persona y heridas otras, ha derivado, de momento, en un incidente diplomático.
En una medida que Argelia consideró una “provocación sin precedentes”, las autoridades galas expulsaron a la esposa del embajador argelino en Mali y le impidieron entrar en territorio francés, con el pretexto de que no tenía suficiente dinero, a pesar de poseer un certificado de alojamiento, una póliza de seguros y la tarjeta de crédito de su marido.
Esta decisión llega apenas horas después de las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, desde Portugal, donde intentó calmar las tensiones en las relaciones argelino-francesas, pero las medidas puestas en marcha por el Ministerio del INterior son inflexibles. Argelia calificó lo ocurrido de “insulto diplomático”.
La Agencia de Noticias Argelina calificó de “hostiles” las acciones del ministro del Interior francés, subrayó que “busca romper con Argelia y anunció que no permanecerá de brazos cruzados y responderá con medidas adecuadas.
Este desarrollo se produce en el contexto de tensas relaciones entre ambos países, exacerbadas por las políticas de inmigración, los visados y el manejo por parte de Francia lo que hace presagiar un futuro complicado hasta que el país magrebí se decida a colaborar con París en la alucha antiterrorista.