Ramiro Castiñeira: «Trump le está haciendo una mojada de oreja inmensa a todo el mundo para que adviertan que el libre comercio es el camino»

El economista se refirió a las medidas que aplicó Donald Trump con los aranceles y el impacto que están teniendo a nivel mundial.

La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos anunciados por el presidente Donald Trump ha generado un problema general en distintas economías del planeta. Entender la afectación de este paso que decidió llevar adelante el gobierno estadounidense es importante y por eso, el economista Ramiro Castiñeira habló en la 99.9 sobre todo lo que empieza a generarse.

Habló de lo económico, pero también del descontento de la gente que se expresó con una masiva marcha en distintas ciudades de país: «sobre las manifestaciones, creo que el momento de la manifestación en democracia es cuando se vota, y Trump ganó con los votos. EE.UU. estuvo aplicando libre comercio para absolutamente todo el mundo, proclamando libre comercio y actuando en consecuencia. No tenía casi aranceles para nadie para que ingresen a exportar a su país. No obstante, sí encontraba demasiadas dificultades, cada vez mayores, ante la posibilidad de que las empresas americanas puedan exportar. ¿Cómo es el ejemplo? Muy simple. En el Mercosur, Argentina, Brasil, todo el Mercosur y Sudamérica en general, le ponen aranceles muy elevados a EE.UU. pero de hecho en el Mercosur en particular, algunos productos llegan al 35%. EE.UU. dejaba exportar con un arancel simbólico que no llegaba ni al 2% a la inmensa mayoría de toda Sudamérica. Ahora ese de 2 % se sube al 10%, pero yo no estoy escuchando ahora al Mercosur diciendo que también va a acercar las puntas y bajar del 35 al 10. Acá parece que siempre problemas de un solo lado».

Lo que sucede en Sudamérica se puede trasladar a otros lugares del planeta donde distintas medidas afectan a Estados Unidos: «lo mismo sucede con Europa que no pone aranceles, son claramente bajos, no llegan ni al 5%. No obstante, pone medidas para arancelarias o cupos. Cualquier argentino conoce la cuota Hilton, donde ahí te ponen un cupo para poder exportar a Europa. Bueno, EE.UU. también sufre la cuota Hilton o medidas para-arancelarias, donde no puede exportar un grano de maíz a toda Europa o a toda India, por ejemplo. Al final no tiene aranceles. Pero finalmente yo no puedo exportar porque me inventan todas estas medidas para arancelarias cuando yo no les impongo todas esas reglas. Finalmente tenemos a China que no pone aranceles o no pone cupos, pero directamente lo que hace es hacer un dumping cambiario y dumping comercial. Todas las prácticas desleales que se fueron acumulando en todo el globo terráqueo, que son los aranceles de Sudamérica, las medidas de Europa y todo el dumping de China, finalmente termina perjudicando en cierta medida a EE.UU. en el sentido de que finalmente quiere aumentar el ritmo de exportaciones; China o Asia aumenta a toda velocidad el ritmo de exportaciones y después EE.UU. cuando quiere ingresar a exportar no puede. Le está haciendo una mojada de oreja inmensa a todo el mundo para que advierta que el libre comercio es el camino y no todas las apioladas que se sumaron las últimas siete décadas».

Está claro que reordenar todas estas normativas, no será un proceso sencillo, pero lo que lee Castiñeira, es que se quiere producir un golpe de efecto internacional: «no es sencillo reordenarlo. Y quien quiera soluciones en esta misma semana, yo le diría que se siente, porque no la va a encontrar esta semana. Te diría que este mes va a ser demostrar de que si todo el mundo no hace libre comercio, todo el mundo se empobrece. EE.UU. le está demostrando al resto de Europa, así como a mí me afectan cuando me ponen aranceles, mira que si yo pongo aranceles también los afecto a ustedes. Es nada más que poner en evidencia todo el trato desleal que se está comiendo EE.UU. en el comercio internacional».

Del otro lado de la vereda está el proteccionismo, algo que Argentina experimentó hace no mucho tiempo atrás y que para Castiñeira «no es nada más que cuidarle el kiosquito a alguien». Luego explicó: «no es cuidar el empleo, la balanza comercial o todo el circo que usualmente se escucha. El proteccionismo solo tiene una sola excusa, es nada más que cuidarle el kiosquito a alguien. Argentina fue armando un esquema de proteccionistas para que después todos los testaferros de los políticos sean los dueños de las empresas cuidadas por leyes y burócratas. El que se perjudica en ese escenario es el consumidor. El empleo se destruye con proteccionismo porque la cantidad de posibilidades de negocios desaparecen y en consecuencia la gente se queda sin trabajo».