La periodista española habló en la 99.9 sobre lo que sucedió durante más de 12 horas con un apagón energético general.

Después del corte total de energía eléctrica en España y gran parte de Portugal, el pasado lunes fue un verdadero caos para todos los españoles que no tenían manera de comunicarse. Esta situación dejó expuesta una realidad del país, teniendo en cuenta que ante un corte de estas características, la población queda completamente aislada.
La periodista española María Jamardo habló en la 99.9 sobre la situación que se vivió y, en principio, indicó que «las cosas se van recuperando muy progresivamente, no todos los servicios están al 100 % y la calidad del servicio, de las conexiones, de los datos, de las wifis y de la telefonía, pues también se están recuperando poco a poco, pero no está del todo estable».
María lo vivió en primera persona porque cuando se cortó internet, intentó comunicarse por línea fija pero tampoco estaba funcionando: «ayer fue una de las primeras cuestiones que me planteé, porque efectivamente, en el momento en el que falló la cobertura móvil, todos nos fuimos a intentar subsanarlo a través de los teléfonos fijos. Mi sorpresa fue que los teléfonos fijos tampoco funcionaban. Alguien me explicó con muy buen criterio, que en España había un cableado tradicional analógico basado en cobre, que era el que utilizábamos antes cuando enchufábamos nuestros teléfonos fijos a la red directa de la telefonía fija. A través de eso podíamos comunicarnos permanentemente aunque no hubiese suministro eléctrico. Hace unos años hubo, dentro de estas políticas de cambio, mejora y reinstalación, una especie de campaña para que todo el mundo pasase a fibra óptica, de manera que te sustituían tus antiguos teléfonos analógicos para conectarlos a la fibra óptica. La fibra óptica a su vez va conectada o está vinculada al router, al wifi que tienes en tu casa, al mismo sistema de alimentación de datos, y por lo tanto, la línea está rehén o subordinada a la proporcionalidad de la red eléctrica. Si no hay electricidad, se pierde la posibilidad de disponer de teléfonos móviles y fijos. Entonces, mi pregunta es, ¿si en España hay una emergencia de este tipo o similar, si se hubiese prolongado más horas o si, imaginemos, entramos en guerra, qué forma de comunicarnos tenemos los ciudadanos si no tenemos ni teléfono fijo ni teléfono móvil?»
Durante mucho tiempo se habló de la excepcionalidad en el sistema energético español y como era un ejemplo a seguir, pero evidentemente no era tan así: «en España hay una ideología que intenta maquillar la realidad para que la realidad encaje en su ideología y no al revés. La política de soluciones reales a problemas reales. Este es uno de los problemas que tenemos. Hemos apostado por las renovables. Somos una isla energética para lo bueno y para lo malo. Recordemos que hace no mucho Pedro Sánchez hablaba de la excepción ibérica como parte de su programa para que España tuviese su propio criterio energético. En el momento en el que se produce esta caída repentina en el tendido eléctrico, estaba casi al 100 % colgando de energía procedente de las renovables en la red eléctrica, pero son energías que se producen y se consumen, no se pueden almacenar, no se pueden reservar, no se pueden dosificar. Cuando ayer hubo ese pico de producción eólica, fotovoltaica, de renovables, en definitiva, el sistema detectó que estaba expuesto por encima de lo que es capaz de soportar y por lo tanto, se apagó, se desconectó automáticamente para evitar daños mayores. De ahí el apagón, el cero energético del que estamos padeciendo en estos días. La solución es con ciclos combinados con la hidráulica, con el gas o en su defecto, con la nuclear, que te permite un flujo constante, pero como aquí hemos hipotecado todas las renovables, las nucleares están prácticamente cerradas, se ha instaurado una política de descarbonización y todo va en la senda del ecologismo, de lo verde, de lo woke y para eso no estamos preparados. Pues estas son las cosas que pasan cuando la realidad se impone tozudamente a la ideología política».
Para colmo de males, los españoles tampoco tuvieron respuesta política porque el presidente ni siquiera pudo explicar que fue lo que pasó y como lo solucionarían: «ayer el presidente del gobierno compareció en dos ocasiones a lo largo del día, en más de 12 horas sin suministro, que no tuvimos luz, que mucha gente no tuvo agua porque funciona con bomba eléctrica, que no teníamos semáforos, que no teníamos comunicaciones, ni telefonía móvil ni fija. Estábamos aislados cada uno en donde nos pilló sin poder saber si nuestros familiares, nuestros amigos estaban bien durante 12 horas. Imaginaos el caos que supone esto en un país entero que afectó a 40 millones de ciudadanos. El Presidente del Gobierno compareció en dos ocasiones para no decir nada. No dio ni una sola explicación de cuál era la causa, de qué creían que estaba pasando, de cuándo podría estar restaurado el servicio, de cuál era el plan B. Dijo que Red Eléctrica de España, la responsable de la distribución de la electricidad a través de todo el territorio nacional, era un operador privado y eso es falso. Red Eléctrica Española tiene una presidenta nombrada políticamente, que además fue ex ministra con el gobierno de Zapatero. Es un operador que no es privado y por lo tanto, también tiene una responsabilidad directa el gobierno en este asunto que efectivamente, siempre salpica hacia afuera».