Un escenario complejo sin ganadores a la vista

Las elecciones de medio término están agotando minutos en la media porteña que —por diseño comunicacional— derrama sobre el resto del país convirtiendo una mera elección de concejales —bueno, «legisladores»— en CABA termina estando en la atención de todo el país.

Se trata de una elección que impone muchas preguntas. Entre ellas, cuál será el análisis que llevan adelante Martín y Eduardo Menem —conocido como «Lule»—, quienes le piensan las cuestiones políticas a la hermana presidencial, Karina Milei. Es este triángulo el que se maneja bajo la idea de que todos los votos que fueron para JxC, son ahora votos de Milei.

Pero, si los votos, como ellos creen, tienen dueño, ¿para qué repartir poder y posiciones con socios que ya, en términos electorales, no aportan nada? Esto es lo que se va a dilucidar en la elección del día 18 de mayo en CABA: de esa elección depende el lugar en el que se van a parar los diversos actores políticos de cara a la crucial elección en PBA.

Esta elección es, a su vez, testigo anticipado, según el resultado del «ánimus votantis» (sic) con vistas a la elección nacional del mes de octubre, en donde se dirimen cargos de senadores y diputados, unos comicios que pueden darle —o no— al gobierno nacional los votos que necesita en la cámara alta para impulsar los cambios que se requieren a fin de afianzar el cambio de rumbo del país.

Loa cálculos electorales en vigencia a semanas del comicio porteño, comienzan a ser cuestionados por periodistas y conductores de la TV metropolitana. Hay dos frases que están en el centro de la conversación: «ninguna encuesta ha acertado plenamente en los últimos años», y otra que encubre la incertidumbre: «la gente define 48 horas antes su voto».

Están comenzando a aparecer datos, y la idea de que Leandro Santoro encabeza las preferencias se debilita: una reciente encuesta plena de datos contradictorios lo ubica en el top de la grilla, pero contrasta con otro tópico de la misma en cuesta en donde se señala «El 62,5% considera que (el radical) Leandro Santoro es kirchnerista, el 6,2% peronista y el 31,3% «ninguno de los dos»». Si el 62 % lo considera “K”, y un 31,3% lo considera que ni es radical ni peronista, solo queda en pie el 6,2% que lo advierte PJ. Raro.

La batalla toma dimensiones extrañas: Mauricio Macri sabe que es a matar o morir, y ha hecho de esta elección la madre de todas las batallas. Literalmente le intervino la administración de la ciudad y las políticas públicas a su primo Jorge y se ha tomado la tarea de dejar en claro que ni Patricia Bullrich ni Horacio Rodríguez Larreta ya son el PRO.

Esta elección, tal como se ha señalado en estas líneas, prepara el siguiente escenario en donde crece una opción de poder con territorio en toda la provincia: la UCR, cuya presidencia aún ejerce el senador nacional Maximiliano Abad, que busca tallar fuerte y está para una jugada electoral que bien puede cambiar el equilibrio de la balanza política en Buenos Aires y ser el as de basto a la elección nacional de octubre.