La Diputada Nacional Marcela Campagnoli habló en la 99.9 sobre el impulso que trata de seguir dandole al tema en el Congreso.

La discusión por la modificación de la Ley de Salud Mental parece no estar en el centro de la escena, pero en la Legislatura, la semana pasada hubo un debate al respecto.
La Diputada Nacional Marcela Campagnoli es quien está impulsando que este tema no quede tapado en nuestro país y habló en la 99.9 sobre la importancia de llegar a una nueva Ley: «en el 2019, el Censo que se hizo de gente en situación de calle en la ciudad de Buenos Aires, vio que el 65% tenían problemas mentales, o eran adictos o tenían trastornos mentales. ¿No estarían mucho mejor estas personas calentitas, medicadas, si es necesario, en un instituto adecuado? Eso no quiere decir que tienen que estar internadas de por vida; es restabilizarlos y tal vez después de eso recomponen su vida, porque el familiar tampoco sabe qué hacer a veces con un enfermo mental o con un adicto. Por eso es que es tan importante modificar la Ley de Salud Mental».
El cierre de los lugares donde se atendían las adicciones fue un punto clave de la Ley que llevó a que no tengan otro destino que vivir en la calle: «esta Ley de Salud Mental dejó solos a los adictos, a los enfermos mentales, porque solamente si vos tenés una muy, muy buena prepaga vas a conseguir tal vez una cama en algún lugar. Cuando se sancionó la ley en el 2010, el artículo 27 dice que prohibía que se crearan nuevos institutos monovalentes, que son los neuropsiquiátricos, y que los que estuviesen en 10 años tenían que cerrarse y todo enfermo o adicto debía ser tratado en un hospital general. Esos hospitales generales hoy en día los rechazan porque no tienen personal especializado. Los que defienden la ley te dicen que nunca se aplicó porque no mandaron el 10% del presupuesto de Salud de Nación para acondicionar los hospitales. Eso es cierto pero la ley se aplicó igual, porque los monovalentes lo cerraron y la ley dice que aquel que no quiera internarse, no se lo puede internar involuntariamente».
Los problemas mentales en la última década se han incrementado y además, aparecen nuevas situaciones como el caso del bullying que puede terminar en enfermedades para los adolescentes: «Necesitamos que la gente se dé cuenta que el Congreso no le está dando la espalda a una problemática que cada día se pone peor. Es terrible el bullying que hay, eso genera un trastorno mental que hay que abordarlo. Hay que educar también a los docentes en esta problemática para saber cómo abordarlos, porque los chicos que sufren bullying no se sienten mirados, entonces solamente explotan cuando no dan más y a veces terminan quitándose la vida. No entiendo por qué el Presidente de la Comisión de Salud Mental se resiste a que tratemos la leyque es tan necesaria».
Por supuesto que en medio hay todo un contexto político que llevó a esa nefasta Ley de Salud Mental: «tiene mucho componente ideológico. Por ejemplo, que no hablan de enfermos mentales sino de padecimiento mental. Vos podés padecer porque perdió Boca, o porque vio River, o porque su hijo llega tarde. Eso no es una enfermedad. Entonces vos lo primero que tenés que hacer es definir cuál es la enfermedad. Y la enfermedad está definida por la Organización Mundial de la Salud. Lo primero que tenés que hacer es llamarlo enfermedad, es una enfermedad mental. Entonces esta ley vino a cambiar todo, vino a cambiar la convivencia entre vecinos inclusive, porque entonces el otro pasa a ser un loquito, nadie le da bola, no se puede hacer nada. Es importante recuperar el tejido social que esta ley ha roto, porque todo el que consume no tiene dónde ser atendido», concluyó Campagnoli.