Fue detenido en la madrugada con 1,20 mg de alcohol en sangre. Ante la negativa a colaborar, los agentes debieron solicitar refuerzos.

El concejal radical Miqueas Burgoa quedó envuelto en una comprometida situación, luego de que se conociera el acta policial del día en que fue detenido manejando bajo los efectos del alcohol. El documento oficial contradice por completo la versión que ofreció públicamente el edil, quien había minimizado el hecho y asegurado que no opuso resistencia al procedimiento.
Lejos de eso, el informe policial revela presiones, nombres y un intento de evitar el secuestro del vehículo utilizando su rol como funcionario.
Burgoa es representante de la localidad mendocina de Guaymallén, pero se encontraba en General Alvear participando de una actividad política cuando fue interceptado en la madrugada del 10 de mayo. El test de alcoholemia marcó 1,20 gramos de alcohol por litro de sangre, más del doble del límite permitido.
Las consecuencias políticas no tardaron en llegar, ya que en la última sesión del Concejo Deliberante, se formalizó un pedido para destituirlo.
El acta que expuso al concejal
El operativo ocurrió poco después de las cuatro de la mañana. La policía detuvo un vehículo negro con cuatro ocupantes a bordo. Al acercarse, los agentes notaron un fuerte olor a alcohol proveniente del conductor, cuando solicitaron la documentación, alegó que tenía todo en formato digital dentro de la aplicación «Mi Argentina», pero nunca mostró los papeles. Afirmó además que no tenía batería en su celular.
El conductor resultó ser Miqueas Burgoa. En ese momento, según se detalla en e el acta, tanto él como sus acompañantes intentaron frenar el procedimiento asegurando que eran empleados públicos, amigos del intendente Alejandro “Jany” Molero, y que venían de compartir una cena con dirigentes de la UCR. Incluso, mostraron una llamada activa al número del jefe comunal.
Ante la negativa a colaborar, los agentes debieron solicitar refuerzos. Un móvil llegó al lugar para respaldar a los efectivos, ya que ninguno de los ocupantes del vehículo aceptaba el secuestro del rodado, pese a que el resultado del test lo justificaba. La escena fue tensa, y quedó registrada de forma detallada en el acta policial.
Reacciones políticas
Tras conocerse el contenido del acta, el concejal del PJ José Pozzoli presentó un pedido de remoción para Burgoa. La solicitud ya se encuentra en trámite en el Concejo Deliberante de Guaymallén y podría tratarse en la sesión del jueves 22. La presión política aumenta con el correr de los días, ya que no solo se trata de una infracción de tránsito grave, sino también de una conducta impropia de un representante público.
Burgoa, por su parte, difundió una carta en la que pidió disculpas por estar borracho y reconoció su error, aunque insistió en que no buscó influencias políticas para evitar el castigo. Sin embargo, las evidencias plasmadas en el documento oficial dejan poco margen de defensa.
En el auto también viajaban Emiliano Zunino Gobbi, asesor del senador Marcelino Iglesias; Daniel Rodolfo Battaglia; y Juan Ovidio Quistape. Ninguno de ellos fue sancionado, pero todos participaron del episodio.