La ejecución en la horca de un hombre condenado por matar a nueve personas en Japón se produce en medio de un creciente debate sobre el uso de la pena capital en el país.

Japón ha ejecutado a un hombre condenado por asesinar y descuartizar a nueve personas en su apartamento cerca de Tokio, según anunció el Ministerio de Justicia del país. Takahiro Shiraishi, el llamado ‘asesino de Twitter’, fue condenado a muerte en 2020 por asesinar a nueve personas, la mayoría de las cuales habían expresado ideas suicidas en Twitter.
Los asesinatos conmocionaron al país y suscitaron un debate nacional sobre cómo se habla del suicidio en las plataformas de las redes sociales. Los investigadores afirman que Shiraishi utilizó Twitter para ponerse en contacto con sus víctimas, la mayoría mujeres jóvenes de entre 15 y 26 años, ofreciéndoles ayuda para llevar a cabo sus deseos suicidas.
Fue detenido en octubre de 2017, después de que la Policía descubriera los cadáveres de ocho adolescentes y una mujer, junto con un hombre, dentro de contenedores frigoríficos en su apartamento.
«Este caso causó un daño devastador y envió ondas de choque a través de la sociedad, infundiendo un profundo temor y malestar», dijo el ministro de Justicia, Keisuke Suzuki, en una conferencia de prensa de emergencia. Confirmó que firmó la orden de ejecución a principios de esta semana, pero que no presenció el ahorcamiento de Shiraishi.
La ejecución -que es la primera vez desde 2022 que Japón promulga la pena capital- se produce en medio de un intenso debate en Japón sobre el futuro de la pena de muerte, provocado por la absolución el año pasado de Iwao Hakamada, el condenado a muerte más antiguo del mundo.
Suzuki defendió el uso de la pena de muerte, citando una reciente encuesta del Gobierno que muestra un fuerte apoyo público a las ejecuciones, aunque la oposición ha aumentado ligeramente. «No creo que sea apropiado abolir la pena capital», declaró Suzuki, añadiendo que persiste la preocupación por los delitos graves.
Shiraishi fue ejecutado en la horca en el Centro de Detención de Tokio. Como es práctica habitual en Japón, la ejecución se llevó a cabo en secreto y no se dio a conocer hasta después de concluida. Según Suzuki, Japón tiene en la actualidad 105 condenados a muerte, 49 de los cuales solicitan un nuevo juicio.
Las ejecuciones en Japón se llevan a cabo en secreto, y los reclusos sólo son informados de su suerte la mañana de la ejecución. Desde 2007, Japón ha empezado a hacer públicos los nombres de los ejecutados y algunos detalles de sus delitos, aunque la divulgación sigue siendo limitada.
Japón y Estados Unidos son los únicos miembros del Grupo de los Siete países industrializados que mantienen la pena de muerte. La ejecución más reciente en Japón tuvo lugar en julio de 2022, cuando se condenó a muerte a un hombre declarado culpable de matar a siete personas durante un ataque con vehículos y puñaladas en el concurrido distrito de Akihabara, en Tokio, en 2018.