El Senador Nacional habló en la 99.9 sobre la manera en la cuál se realizan las elecciones en Formosa y aseguró que el gobierno debe presentar un proyecto pidiendo la intervención.

Luego de las elecciones en Formosa donde Insfrán otra vez tuvo un triunfo arrasador, las voces que se elevan para pedir la intervención federal en la provincia son cada vez más, teniendo en cuenta que no se está respetando el sistema republicano.
El Senador Nacional por esa provincia, habló en la 99.9 lo que sucede en cada elección que se realiza en territorio formoseño: «lo que define los votos es cómo ellos tienen toda una maquinaria de control social y de prebendas y que por el estado de vulnerabilidad de la gente, los votan, pero ni siquiera van a votar, los van a buscar a la casa y los llevan. Entregan mercadería antes de votar y si después los resultados de la mesa salen según eso, va la gente, pasa y cobra. En efecto, todo voto es condicionado, una extorsión tremenda y esto lo tienen ejercitado ya hace 30 años. Esto no es de una elección, por eso no se saca nunca más del 30 o 35%, toda la oposición junta. La República también está muerta porque hay reelecciones indefinidas y ley de lemas, no hay ni alternancia en el poder ni división de poderes, por lo tanto no se respeta el sistema republicano. Ya lo dijo la Corte Suprema de Justicia el año pasado. La única salida que queda para la provincia de Formosa es la intervención federal. Y están dadas las condiciones para hacerlo. Es solo voluntad política».
Para el legislador, hay una responsabilidad concreta que tiene el gobierno nacional sobre todo ante el pedido de un Senador: «Acá todos tenemos un deber. Cuando juramos por la constitución, juramos defenderla y respetarla. Está dentro de las facultades tanto del Ejecutivo Nacional como de los legisladores nacionales, senadores y diputados. El artículo seis de nuestra Constitución dice que cuando una provincia no respete la forma republicana de gobierno, el presidente de la Nación puede enviar el proyecto de intervención al Congreso, pedido por un representante del pueblo, que en este caso lo estoy pidiendo yo. Soy un representante de la provincia quien no lo haga, está incumpliendo con su deber».
La persecución de Gildo Insfrán la vivió en carne propia desde el momento en el que decidió involucrarse en política: «Desde que me animé a fundar un partido político he tenido causas inventadas. La justicia depende de ellos. Me han quitado campos, me han usurpado campos, no me conectan la energía en una Pyme hace cuatro años, y así sucesivamente. Insfrán manda todo, ordena todo. Es dueño de la justicia, dueño de la legislatura, de la salud, del banco, del agua, de la propiedad privada, firma los títulos de propiedad. Es dueño de todo, literalmente».