El empresario textil marplatense Juan Pablo Maisonnave alertó sobre los efectos de la desregulación comercial sin condiciones de competitividad internas. Denunció la carga impositiva como el principal obstáculo para el sector y cuestionó las declaraciones del ministro Caputo sobre los márgenes de ganancia de la industria.

“La apertura que se está dando es total y sin inteligencia. Nos abrimos al mundo sin generar antes las condiciones para ser competitivos”, afirmó el empresario textil Juan Pablo Maisonnave, en diálogo con Noticias y Protagonistas (FM 99.9). Desde su experiencia en la industria, Maisonnave expresó su preocupación por el impacto que están teniendo las plataformas chinas, como Temu o Shein, en un mercado local saturado de impuestos y con altos costos laborales.
“Tenemos maquinaria de última tecnología, personal capacitado, usamos las mejores materias primas con certificados de sustentabilidad. Pero toda esa competitividad desaparece cuando el producto sale de la fábrica, por la carga impositiva y las contingencias laborales”, explicó. Según Maisonnave, “la prenda en fábrica es competitiva; el problema es la puerta para afuera”.
Para ilustrar las distorsiones del mercado, compartió un ejemplo: “Una prenda en China vale 10 dólares puesta en el puerto. En Argentina, esa misma prenda se multiplica por 8, 9 o hasta 10 puntos cuando llega al consumidor. En Panamá o México, el multiplicador no pasa de 3 puntos”. Y añadió: “El problema no es la industria ni los costos internos, es la estructura impositiva y la cadena de comercialización”.
Consultado sobre las comparaciones frecuentes con precios del exterior, Maisonnave fue enfático: “Se comparan peras con manzanas. Te dicen ‘me compré esta prenda a 20 dólares en Miami’, pero era una liquidación, el último talle, el último color. Después vas al local oficial y está a 150”. También apuntó al contrabando informal: “Muchos traen ropa en la valija, sin carga impositiva. Es imposible competir así”.
Sobre el efecto de las marcas chinas y el fast fashion, destacó que “ya hay un freno en Europa. Francia fue el primero en decir basta. Estas marcas generan basura textil y usan fibras derivadas del petróleo. La tendencia ahora es volver a fibras naturales, prendas con durabilidad y sustentabilidad. Las marcas como Zara o H&M están mutando hacia colecciones cápsula de mayor calidad”.
Maisonnave también subrayó los problemas logísticos globales que complican la producción textil: “Antes mandabas hilado de Italia a Bangladesh y funcionaba. Hoy eso es inviable. China quiere trabajar con sus propios hilados, los tiempos de producción y los costos se dispararon. El mundo está en una revolución, no sólo Argentina”.
En respuesta a las declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, quien cuestionó los márgenes de ganancia del sector, Maisonnave fue tajante: “Está loco. Es una locura que diga que ganamos el 30% en dólares. Hay una gran diferencia entre el industrial y el retailer. Nosotros trabajamos con marcas y los márgenes son muy bajos. Hoy, si tenés todo en blanco, con personal registrado, los márgenes son irrisorios. Es una pavada lo que dijo, totalmente fuera de conocimiento”.
Finalmente, el empresario resaltó la necesidad de políticas inteligentes: “Argentina tiene que integrarse al mundo, pero con condiciones internas. No podés competir con países que tienen 10% o 7% de impuestos totales, mientras acá una marca de retail paga un royalty del 20%. Así no se puede. La presión fiscal nos deja fuera del mercado”.