El abogado Marcelo Peña advirtió en la 99.9 sobre un sistema perverso que afecta a padres, madres y especialmente a niños, mediante la utilización fraudulenta de denuncias por violencia de género. Denunció la pasividad de los colegios de abogados y pidió una reforma urgente de la ley.

El abogado Marcelo Peña, reconocido por su trabajo en causas penales y de familia, denunció con dureza el avance de estructuras organizadas que se benefician de las falsas denuncias de violencia de género, y el silencio cómplice de muchos sectores del poder judicial y de los colegios profesionales. “Es muy interesante y muy relevante esta temática, no sólo por los padres, incluso algunas madres, que han sido víctimas de falsas denuncias, sino porque acá lo relevante es que van metiendo a los nenes en un sistema muy perverso”, sostuvo en la 99.9.
Peña remarcó que los menores de edad son los más perjudicados: “Te los van judicializando, te los tironean de un lado para otro. Hay nenitos de 2 a 6 años que terminan siendo usados como herramientas en medio de conflictos judiciales armados”. En ese contexto, presentó hace dos años un proyecto de ley para reformar el artículo 245 del Código Penal sobre denuncias falsas. “Hay que revertir esta cuestión. No puede ser que sea una pena leve. Termina todo en una prescripción. El delito tiene un máximo de un año y una multa que arranca en 750 pesos”.
El abogado denunció una red de profesionales involucrados: “Esto fue estudiado por estas estructuras que yo siempre denuncié. Hay peritos, licenciados en psicología, psiquiatras, abogados alineados a este efecto. Abogados que dicen: ‘metele una denuncia de abuso a tu ex, que con eso le sacamos más plata’. Esto lo he escuchado. Es una industria”. Y agregó: “He tenido problemas por hablar de esto. Algunos dicen que no se puede atacar a los colegas, pero sí, cómo que no. Hay una industria dañina de provocar un inmenso dolor y una ruptura familiar”.
Sobre la actuación de la Justicia, Peña explicó: “El sistema judicial provoca un letargo tan largo del impedimento de contacto con los hijos, que te terminan borrando como papá. Un nene de dos, tres años deja de verte, y en cuatro o cinco años ya no tenés vínculo”. Advirtió que los diagnósticos de peritos suelen estar cargados de estereotipos: “Te dicen que tenés narcisismo, egocentrismo, todo por cliché. Después vas a tu psiquiatra particular y te dice que no tenés nada. Pero con eso basta para que un juez te diga que hasta que no reviertas tu situación penal, no podés ver a tus hijos”.
Peña también señaló que hubo un contexto político que favoreció estos abusos: “Hubo un kirchnerismo letal que sometió políticamente esta estructura del feminismo. Se abusó de la Convención de Belén do Pará. Y yo decía, ¿y los niños qué?”. Por eso trabajó también en base a la Convención de los Derechos del Niño. “El daño cognitivo que sufren los chicos pasa desapercibido. Por eso impulsé ese proyecto. Carolina Lozada fue una senadora que se puso el tema al hombro y logró que el Senado lo apruebe. Ahora falta que lo trate Diputados, que va a ser más difícil”.
Consultado sobre la falta de pronunciamiento institucional, fue tajante: “Los colegios de abogados no se la van a jugar. Nunca se van a expedir, porque saben que se la juegan en una posición. Pero si vos, en tu ejercicio profesional, estás dañando a la comunidad, tenés que hacerte cargo”. Y añadió: “Conozco estructuras de psiquiatras y peritos que han trabajado en unísono para dañar familias. Siempre hay que denunciarlos, porque esto arruina psicológicamente a todos, sobre todo a los chicos”.
Peña subrayó que algo comienza a cambiar: “Algunos fiscales empezaron a abrir los ojos. Antes, por el solo relato de una víctima, ya te detenían. Ahora al menos se investiga si el hecho es verdadero o falso”. Pero también aclaró que las consecuencias del sistema aún persisten. “Con el tiempo, a los papás más que la condena social les importa volver a ver a sus hijos. Los ven de lejos, a 200 metros, se esconden atrás de un árbol para verlos salir del jardín. Es muy doloroso. Eso es lo que hay que empezar a revertir”.