El incidente ha relanzado el debate sobre el consentimiento de la práctica.

Una bebé ha muerto en Gambia tras su llegada al hospital de la capital, Banjul, tras presuntamente haber sido sometida a una ablación y haber desarrollado una hemorragia grave, según informa la Policía de Gambia en un comunicado.
Su fallecimiento ha generado indignación entre los defensores de los derechos de las mujeres, quienes luchan contra esta práctica cultural y religiosa y exigen justicia para la menor.
Santana Simiyu, abogada de derechos humanos del grupo Equality Now, en un comunicado enviado este martes a AFP alega que, «La mutilación genital femenina no es una tradición cultural que deba defenderse, es una forma de violencia de género que puede matar».
La Policía ha informado sobre la detención de dos sospechosas, mientras se lleva a cabo una investigación en la localidad occidental de Wllingara, lugar donde se desencadenó el incidente.
Mutilación genital femenina
La mutilación genital femenina es una práctica muy extendida por el país. Yahya Jammeh, anterior presidente del país, prohibió dicha práctica en 2015. Ese mismo año se ratificó una ley que la castiga con hasta tres años de prisión. Sin embargo, la pena no se aplica regularmente.
En julio de 2024, el Parlamento gambiano volvió a debatir la legislación que prohíbe la mutilación genital femenina y decidió mantener vigente la ley aprobada en 2015, a pesar de la presión ejercida por sectores religiosos tradicionalistas que pedían su derogación.
No obstante, dicha prohibición fue inmediatamente cuestionada ante el Tribunal Supremo, donde aún se encuentra pendiente de resolución.
Gambia tiene una de las tasas más altas de ablación genital femenina del mundo. Según las cifras de Unicef de 2024, el 73% de las mujeres y niñas de entre 15 y 49 años han sido sometidas a este procedimiento.