Los hombres, por su parte, deben usar camisa cuando no se encuentren dentro del agua.

El Ministerio de Turismo de Siria ha compartido recientemente, coincidiendo con la estación de verano, unas regulaciones sobre el comportamiento en playas y piscinas públicas, entre las que se incluye el tipo de vestimenta que debe usarse en estos lugares. Según señala The Middle East Media Research Institute (MEMRI), para las mujeres y niñas se implanta el uso del burkini y solo se excluyen de esta norma los lugares privados y hoteles de lujo (de cuatro estrellas o más), donde se permite la «vestimenta de baño occidental habitual». Por su parte, los hombres deben usar camisa cuando se encuentren fuera del agua.
En concreto, la cartera de Turismo publicó el día 9 de junio la Resolución 294 a través de sus canales oficiales en redes sociales. En la sección 2.1 del documento compartido, que concierne a los lugares de baño públicos, se indica respecto a las mujeres que: «Se debe usar vestimenta de baño más modesta en playas y piscinas públicas – un ‘burkini’ o traje de baño que cubra más del cuerpo». En cuanto a los hombres, se determina que «no deben permanecer con el torso desnudo en lugares públicos fuera de las áreas de natación».
La decisión ha desencadenado la reacción del movimiento feminista sirio y otros activistas, que lo consideran una violación de los derechos humanos, un golpe a la libertad individual, una intromisión del Estado en la vida de los ciudadanos y un intento de imponer un estilo de vida islámico incompatible con el carácter de la sociedad siria. En respuesta, Ghiath Al-Farrah, asistente del ministro de Turismo Mazen Al-Salhani, comunicó a la agencia estatal de noticias siria SANA que las regulaciones «no incluyen ni una sola palabra que prohíba ningún tipo de vestimenta de baño».
«Quienes quieran entrar vistiendo ropa occidental pueden hacerlo, pero permitimos el burkini para atender a un amplio segmento de la sociedad», explicó el mismo a la agencia de noticias internacional Reuters, añadiendo que este había sido prohibido anteriormente en algunos lugares. Además, añadió que no se trataba de un decreto presidencial y que podría modificarse al final de la temporada.
En cualquier caso, la norma parece ser una continuación de la tendencia seguida por el nuevo régimen sirio, encabezado por Ahmed Al-Sharaa, de restringir las libertades de las mujeres, a pesar de haber firmado el pasado mes de marzo una declaración constitucional que prometía derechos para las mujeres, libertad de expresión y justicia para las víctimas del régimen anterior. Este comportamiento con las mujeres se encuentra estrechamente relacionado con su pasado liderando la organización designada como terrorista Hay’at Tahrir Al-Sham, la rama siria de Al-Qaeda, que promovía una actitud conservadora y restrictiva hacia las mujeres.
En los últimos meses, en varias partes del país se ha instado a las mujeres a vestirse modestamente y cubrirse el cabello, y se han intentado promover la separación de hombres y mujeres en eventos, transporte público y otros lugares. Esto, junto con la escasa presencia de mujeres en la esfera pública, con solo una mujer ministra en el gobierno de transición, ha generado preocupaciones sobre el estatus y el papel de las mujeres en la nueva Siria.
Durante los mandatos anteriores, varias décadas de gobierno de la familia al-Assad, las mujeres del país accedieron a educación y trabajo, pero sufrieron discriminación legal y social. Además, la situación de vulnerabilidad de esta parte de la población se agravó a partir del año 2011 con la guerra. Las fuerzas leales a Assad han sido acusadas de utilizar la violencia sexual de manera sistemática contra mujeres y niñas en centros de detención y durante incursiones militares, especialmente en prisiones como la de Sednaya, considerada un centro de crímenes de lesa humanidad.
Con el fin de la presidencia de Bashar al-Assad, derrocado el pasado diciembre, se generaron esperanzas de justicia y reparación para las víctimas de la represión y violaciones de los derechos humanos. Ahmed Al-Sharaa se convirtió en el líder del gobierno de transición en el país y, aunque parecía que iba a suceder lo contrario, lo cierto es que desde que se encuentra en el poder la situación de las mujeres en Siria ha mostrado retrocesos significativos.
Burkini
El burkini es una prenda de baño creada en 2004 por la diseñadora australiana de origen libanés Aheda Zanetti con la intención de ofrecer a las mujeres musulmanas una alternativa para poder disfrutar de actividades acuáticas respetando sus creencias religiosas. Suele estar compuesto por dos o tres piezas: unos pantalones ajustados, una túnica ligera que cubre hasta la parte superior de los muslos y, en muchos casos, un gorro o capucha que protege el cabello. A diferencia de las prendas tradicionales de cobertura total, el burkini está fabricado con materiales similares a los del traje de baño deportivo, como la lycra o el poliéster, lo que lo hace flexible, ligero y adecuado para nadar con comodidad.