Abatido el padre fugitivo que raptó a sus hijos durante cuatro años en un bosque de Nueva Zelanda

Su muerte se produjo durante un tiroteo en el que estuvo presente uno de los pequeños, quien salió ileso.

Un robo a mano armada ha puesto fin de manera dramática al caso que ha conmocionado durante casi cuatro años a Nueva Zelanda. En diciembre de 2021, Tom Phillips raptó a sus tres hijos, que ahora tienen nueve, 10 y 12 años de edad, mientras estaba envuelto junto a su pareja en una disputa por su custodia. Desde entonces, padre y pequeños han permanecido en paradero desconocido dentro de una vasta zona de naturaleza en Waikato, una región en la isla norte a unos 200 kilómetros al sur de Aukland. Phillips ha sido abatido de muerte por la policía este lunes. Su muerte se produjo durante un tiroteo en el que estuvo presente uno de los pequeños, quien salió ileso. Un agente resultó herido «grave» por un disparo en la cabeza y heridas en un ojo, aunque su vida «no corre peligro. Los otros dos niños fueron localizados horas después, sanos y salvos.

La madre de los hijos desaparecidos, Catherine -no ha trascendido su apellido-, ha compartido en un comunicado que se siente «profundamente aliviada de que esta terrible experiencia haya llegado a su fin». Ha expresado que ha «extrañado profundamente» a sus hijos durante «cada día de estos casi cuatro años», y que espera darles «la bienvenida a casa con amor y cariño». Ha agregado que su «esperanza» era que regresaran «de forma pacífica y segura» y confesó sentirse entristecida por el desarrollo de los «acontecimientos».

Todo comenzó sobre las 2.30am hora local, cuando la policía recibió una llamada sobre un robo en una tienda de productos agrícolas en un pueblo llamado Piopio. Según la comisionada adjunta de la policía, Jill Rogers, recibieron información sobre dos personas que iban en una cuatrimoto y vestidas con «ropa de campo y con linternas frontales». Cuando avistaron el vehículo, los agentes lo interceptaron tras colocar clavos en la carretera. La versión de las autoridades es que uno de los ladrones comenzó a disparar contra ellos e hirió a uno de los policías en la cabeza. «Poco después llegó una segunda patrulla y se enfrentó al agresor», confirmó Rogers, quien añadió que el herido recibió primeros auxilios de inmediato, aunque falleció en el lugar.

Poco después se confirmó que se trataba de Phillips. En el lugar de los hechos también se encontraba uno de los hijos desaparecidos y se confiscaron varias armas de fuego. La que utilizó el padre fue un rifle de alta potencia. «El niño localizado en el lugar de los hechos está recibiendo apoyo integral», sostuvo en una conferencia de prensa la comisionada. En el momento en que se reveló la identidad del fallecido, se activó un dispositivo de búsqueda para localizar a los otros dos niños desaparecidos. Varias horas más tarde, fueron encontrados en una zona de camping en el interior de un enorme bosque. Fue uno de los momentos más tensos de la jornada y la búsqueda se produjo a contrarreloj, ya que se pensaba que estaban al aire libre y durante la noche las temperaturas descenderían a -0 grados centígrados.

Durante estos casi cuatro años, las autoridades no han sido capaces de localizar a Phillips dentro de la vasta región natural de Waikato, que está compuesta por extensos bosques y redes de cuevas de piedra caliza. También hay varios pueblos pequeños y algunas granjas que componen un hábitat donde el fallecido se sentía cómodo. Phillips creció en una familia de agricultores y eso le ayudó a sobrevivir en la naturaleza y a evadir ser detectado por la policía y por miembros de las pequeñas comunidades que residen en esta zona. Las autoridades llegaron a ofrecer una recompensa de unos 40.500 euros (80.000 dólares neozelandeses) por cualquier información que sirviera para localizarlos.

En septiembre de 2021, el padre se llevó a los niños durante 19 días antes de que aparecieran todos en la granja de sus padres. La policía le multó por haber perdido su tiempo durante más de dos semanas de búsqueda. Tan sólo tres meses después, se los llevó de nuevo hasta hoy. Se sospecha que en mayo de 2023 Phillips participó en el robo de un banco con uno de sus hijos. En octubre de 2024, fueron vistos por unos cazadores mientras caminaban por una zona de hierba alta con ropa de camuflaje y mochilas. Los testigos afirmaron que los cuatro estaban «bien preparados para sobrevivir en el bosque». Era la primera vez que se les veía desde su desaparición tras perder el padre la custodia legal de los pequeños. Según aseguraron a la policía, uno de los niños les preguntó si «alguien más sabía que estaban allí». En ese momento se reactivó el operativo de búsqueda, aunque no hubo éxito. Se cree que durante todo este tiempo los menores no han tenido contacto con el exterior, aunque su madre ha sospechado que estaban recibiendo algún tipo de ayuda ya que su hija tiene asma. «Se necesita una receta para conseguir inhaladores, así que o está descuidando su salud o alguien se los está dando», afirmó en una entrevista. «Tienen que recibir ayuda, ya sea con suministros que les dejen en un punto de entrega específico».

Este avistamiento se produjo tres meses después de los desesperados esfuerzos de la madre de los pequeños por dar con su paradero. Desconocía si estaban vivos y publicó un vídeo dirigiéndose a su ex pareja y pidiéndole que los trajera de vuelta. Concedió algunas entrevistas e incluso publicó en redes sociales una supuesta carta de Phillips antes de la huida. En ella se refiere a Catherine como «la mujer que ha amado durante más de siete años», mientras le urgía a perdonarlo.

«Sé que si alguna vez dejo de intentar arreglar las cosas, me arrepentiré para siempre. Lamento todo lo que dije o hice para lastimarte. Estos últimos nueve meses he sufrido cada día sabiendo que debería haber manejado mejor las cosas y sabiendo que la cagué», escribió supuestamente Phillips. Su expareja afirmó haber publicado la misiva para mostrar al mundo que «no todo es como parece».

Hay sospechas de que el padre podría haber participado en otros robos junto a uno de sus hijos, además del que han perpetrado este lunes. Recientemente, aparecieron unas grabaciones de cómo el padre y un pequeño totalmente tapados y con ropa de camuflaje entraron en una tienda para robar leche.

El primer ministro neozelandés, Christopher Luxon, ha expresado que lo sucedido es «triste y absolutamente trágico». «Esto no es lo que nadie deseaba que sucediera y creo que es un sentimiento común en toda Nueva Zelanda».

Sobre los efectos que tendrá en los niños el haber estado desaparecidos y apartados de la sociedad, la psicóloga, Sarah Chatwin apuntó en medios locales que «se han acostumbrado a vivir huidos» durante todo este tiempo y es una situación «increíblemente traumática». Afirma que para ellos la tragedia es doble o triple por haber estado «alejados de sus familias, por haber tenido este vínculo con su padre, porque se han acostumbrado a una manera de vivir, porque todo eso se termine y porque, además, hayan perdido a su padre». Agrega que les llevará «mucho tiempo, cariño y paciencia para que lleguen a un lugar en el que estén tranquilos consigo mismos».