Andrea Barbé, voluntaria de las ONG Abrazando la Vida y Hablemos de Suicidio, advirtió sobre la falta de políticas públicas efectivas y celebró la aprobación de la mesa intersectorial de prevención en General Pueyrredón.

La voluntaria Andrea Barbé, integrante de las organizaciones Abrazando la Vida y Hablemos de Suicidio, puso en foco a través de la 99.9 la urgencia de hablar abiertamente sobre el suicidio en la Argentina, donde las cifras muestran un panorama preocupante. “En Argentina hablamos poco, pero los números refieren que tenemos que empezar a hablar, porque la primera prevención es poder hablar del tema. A medida que empecemos a ponerlo en agenda, menos tarde va a ser para la sociedad”, remarcó.
Barbé advirtió que los registros oficiales son alarmantes: “En 2023 tuvimos en 4.029 casos. En 2024 estamos más o menos en la misma cantidad, subió un poquito. Son muchos suicidios para un país como Argentina y no estamos teniendo una prevención adecuada”, indicó, al tiempo que resaltó la ausencia de políticas públicas activas.
Si bien destacó que la Argentina cuenta con un marco normativo importante, señaló que todavía no se aplica de manera efectiva. “Tenemos una muy buena ley de prevención del suicidio, la Ley 27.130, que prevé la prevención, la asistencia y la posvención. Lo que nos falta son políticas públicas que implementen esa norma, que realmente generen prevención y asistencia para las personas que están padeciendo, que necesitan recursos y la posibilidad de acceder a un profesional”, explicó.
En ese sentido, Barbé destacó un avance reciente a nivel local: “La ley habla de implementar mesas intersectoriales. Nosotros, desde nuestra ONG, presentamos al municipio el proyecto y hace una semana recibimos la buena noticia de que, por unanimidad, los concejales votaron la aceptación de la mesa. Esperamos que pronto empiece a funcionar en la ciudad”, señaló.
Para la voluntaria, la clave es la articulación. “Hoy tenemos una mesa de prevención de salud mental, pero no hay una mesa intersectorial de prevención del suicidio. Eso nos va a permitir que la educación, la policía, la seguridad y todos los sectores trabajen integralmente. Suicidio no es una cuestión nada más de salud, ahí es donde nos equivocamos. El suicidio es parte de la sociedad y tenemos que prevenir entre todos”, afirmó.
Barbé insistió en que la conversación pública y la construcción de espacios interdisciplinarios son herramientas centrales para salvar vidas: “Lo que necesitamos es compromiso real para implementar la ley y para que las personas que sufren tengan recursos efectivos. El silencio y la desatención no pueden seguir siendo la respuesta”, concluyó.