El presidente del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito IX, Diego Domingorena, cuestionó en la 99.9 el funcionamiento de la Dirección General de Obras Privadas y explicó que las falencias en infraestructura, digitalización y gestión generan demoras que afectan a profesionales, inversores y trabajadores de la construcción.

El Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito IX envió una nota al intendente Guillermo Montenegro para exponer la situación crítica de la Dirección General de Obras Privadas. Su presidente, Diego Domingorena, señaló en la 99.9 que “la dependencia arrastra deficiencias históricas que se agravaron con el crecimiento de la construcción en Mar del Plata”.
Domingorena describió un panorama preocupante: “En 2023 el municipio se digitalizó, pero Obras Privadas sigue funcionando con un sistema obsoleto. Los arquitectos deben ir con un pendrive, conectarlo en una máquina y bajar manualmente los archivos. Se pierden datos, se traspapelan documentos y los expedientes se atrasan meses. No digo que esté colapsada, pero los retrasos son terribles y frenan la economía de la ciudad”.
El dirigente explicó que las demoras no solo afectan a los profesionales, sino también a la inversión y al empleo: “Un plano que tarda cuatro o cinco meses en aprobarse significa dinero que no se invierte, mano de obra que queda parada y escrituras que no pueden concretarse. Frente a grandes proyectos que se aprueban en tiempo récord, los pequeños trabajos demoran ocho meses. Es una injusticia para nuestra matrícula”.
Domingorena subrayó además la contradicción de que Obras Privadas, pese a ser una de las áreas más recaudadoras del municipio, esté desatendida: “Ahí se recaudan tasas, timbrados, multas y se alimenta el catastro. Es inexplicable que no se la equipe correctamente, salvo que a alguien le convenga que funcione mal”.
El presidente del Colegio recordó que durante años la institución intentó colaborar con la Secretaría de Obras Privadas mediante donaciones de equipamiento, pero tras la ruptura del diálogo con el área, decidieron dirigirse directamente al intendente. “Nos hemos cansado de pedir reuniones y de intentar acompañar. Ahora fuimos al máximo responsable porque la situación es insostenible”, concluyó.