Papelitos

Se creyeron impunes. Habían forjado un prestigio que les permitía quedarse con los ahorros de la gente sólo a cambio de un papelito. Manejaron plata ajena como si fuera propia. Finalmente, Oscar Rigano y el resto de la banda de Jonestur van a tener que rendir cuentas ante la Justicia.

«Dejanos la plata, que nosotros te la cuidamos» era el speech habitual con el que convencían a la gente. Juntaron fortunas en dólares que, sin el consentimiento de sus verdaderos dueños, mandaron al exterior. Finalmente terminaron en la mira de la justicia de Andorra pero, en una maniobra sin precedentes, lograron un acuerdo: pagar una multa para evitar ir todos presos. Pero, en su soberbia y en su locura, lejos de reconocer que habían traicionado la confianza de la gente y hacerse cargo, decidieron que la multa la tenían que pagar entre todos: los que la manejaron como si fuera propia, cuando no lo era, y los ahorristas que confiaron en ellos. Ahí es donde se pudrió el asunto y más de uno —a pesar de las amenazas de Oscar Rigano, que les decía que el que levantara la voz, no iba a cobrar nunca— decidió acudir a la justicia. Tras un largo y tortuoso camino, finalmente el juez Inchausti les dictó el procesamiento.

Despojados

El abogado Pedro Bove representa a algunos de los ahorristas que confiaron en Oscar Rigano y en su banda y que ahora le están exigiendo, simple y sencillamente, que les devuelvan lo que es suyo.

En una entrevista para la FM 99.9, Bove aseguró que el acuerdo que suscribieron Rigano y los demás acusados con la justicia andorrana es una clara confesión de los delitos de los que se los acusa ante la justicia argentina: «Es un reconocimiento que hace Rigano, conjuntamente con Blasco y Seret. Los nombro a ellos tres, porque son los titulares de uno de los holdings que se utilizaron para sacar el dinero de Argentina e introducirlo a plazo fijo en Andorra, en el banco, con connivencia total con personal del banco, pero de esto forman parte todos los demás imputados en la causa. Ese acuerdo que se celebró es una confesión plena, porque si no, no provocaría resultados jurídicos como es la conclusión de la causa que se pretendió y se logró cerrar en Andorra a cambio del pago de una multa, que no se termina pagando nunca. Allí se detalla perfectamente la titularidad de cada uno de los miembros de Jonestur de las cuentas de depósitos a plazo fijo, los cursos hechos para captar clientes en Mar del Plata y llevarlos a Andorra, todo eso está todo confesado en forma concreta y clara».

El abogado recuerda que el conflicto surgió a la hora de hacer el pago de la multa, ya que Rigano y los demás acusados, en vez de hacerse cargo, pretendieron pasarle la factura a las personas de cuyo dinero se habían apropiado y enviado al exterior sin su consentimiento: «Cuando llega el momento de pagar la multa, nos encontramos con la sorpresa de que quien dirige siempre la batuta de esto, que es Oscar Rigano, en sí como cara visible de todo un grupo, entendía que cada uno de los damnificados colaborara en el pago de esa multa en la proporción de su depósito. Es una locura, porque imagínese que usted no solamente no sabe que su dinero está en Andorra, sino que tampoco dio ninguna forma de consentimiento para que salga del ámbito del espacio físico de la casa de cambio. Y Rigano lo quiere solidarizar al damnificado en el pago proporcional de una multa para que se termine una causa contra él, una locura».

«Que el dinero salió de Mar del Plata, que se impuso a intereses en Andorra, ya no se discute más, porque ellos mismos lo confesaron. La gente que yo represento es absolutamente ajena a toda esa maniobra y damnificada plena. Lo que sucede es que hubo un artilugio por parte de quien defiende a esta gente en Andorra, que es el doctor Valentín Martí, a quien por detrás, el andamiaje se lo está dando Baltasar Garzón, de transformar a los damnificados, en Andorra, en inculpados» aseguró Bove. «¿Hasta dónde yo permito que se me llame coautor con esta gente en los delitos gravísimos por los cuales se sigue ese acuerdo? Imagínese la magnitud de lo que es el delito cometido, que le salgan 40 y pico de millones de dólares de multa para no ir presos por siete años. En ese mismo acuerdo, Rigano y sus consortes de causas reconocen haber movido a través de ese banco de Mar del Plata 458 millones de dólares», aseguró.

Rigano y compañía, lejos de contentarse con la plata que ganaron generando intereses por depositar a su nombre fortunas que no eran propias, sin jamás participar de esas ganancias a los dueños legítimos del dinero, al encontrase en la obligación de pagar la multa pretendieron obligar a todos los damnificados a pagar una parte: «Si hubiera habido buena voluntad, a la gente que yo represento se la hubiera llamado, y se le paga. Y con todos los que no hacen absolutamente nada y que los entienden y los aguantan y siguen diciendo que les van a pagar, un día se juntan todos y pagan la multa, y acá esto se hubiera terminado. Pero este grupo no se limitó la ganancia obtenida durante años sino que, cuando llegó el momento de pagar la multa, solidarizaron a los damnificados en el pago. Entonces dijimos: “No, no, hasta acá llegamos. Esto es una locura”»

Para colmo, asegura Bove que Rigano «se victimiza y, cuando le van a pedir el dinero dice: “Vos me hablás de vos. Yo perdí la salud, los años de trabajo, el prestigio, todo”, como si el damnificado fuera responsable y por eso tiene que solidarizarse con él. Cuando hemos tenido alguna discusión por el tema del cobro del dinero de la gente que represento, él dice que es todo dinero “grone”, para desmerecerlo, pretende usar un eufemismo para minimizar el delito. Los miembros de esta asociación ilícita se insolventaron absolutamente, y la justicia lo sabe. Aprovechando estos años que pasaron, han transmitido todos sus bienes, han sacado de encima propiedades. ¿Eso qué demuestra? No solamente la actitud dolosa delictiva de ellos, sino también que cometieron los actos sabiendo que un día tenían que responder. Si no, uno no se saca las cosas de encima y las transmite a sus familiares o amigos o sociedades anónimas».

Procesados

En el decisorio judicial donde se determina el procesamiento de Rigano y el resto de su banda se detalla claramente que «al menos desde el año 2012 en adelante [ […]] recibieron en el territorio nacional [ […]] sin contar, según lo que correspondía en cada caso, con la respectiva autorización de los organismos reguladores [ […]] fondos con los que, luego, se habrían adquirido diversos valores negociables y que también, a través de diversos instrumentos, se habrían utilizado, transferido y colocado en el mercado». También que «el primer paso de la operatoria endilgada a este grupo […] consiste en la captación que realizaban de dinero del público en general, y de forma habitual, a través de las cajas de ahorro o cuentas corrientes bancarias que ofrecían a sus clientes».

El expediente judicial recoge numerosas denuncias que ilustran el perjuicio a los ahorristas. En una de ellas, la víctima «manifestó que decidió abrir una cuenta en el año 2006 en la firma Jonestur con el objeto de resguardar sus ahorros […] Que el dinero de su cuenta fue tomado sin su consentimiento y fue depositado en el Banco de Andorra porque a la empresa les generaba un interés financiero». En otra, los denunciantes «expresaron haber sido despojados de sus ahorros […] Que la única finalidad de ese depósito era mantenerlos en custodia en esa sede. Posteriormente toman conocimiento a través de Rigano que esos fondos fueron enviados a cuentas bancarias situadas en la Banca Privada de Andorra, manifestando los denunciantes que jamás recibieron interés o rédito alguno por la suma depositada». La sentencia concluye que «las denuncias son concordantes en que los clientes dejaron el dinero a resguardo en la sede de San Martín 2574 de Mar del Plata, que les asignaron tanto número cliente como número de cuenta, que no prestaron su consentimiento ni recibieron interés alguno por tener su dinero depositado en la BPA».

Una vez captados, los fondos eran colocados en el mercado. En el ámbito local, «la empresa en cuestión con el dinero captado de distintos clientes efectuaba prestamos bajo distintas modalidades, lo que configuraría el segundo tramo de la intermediación financiera». Estas modalidades incluían «la celebración de contratos de mutuo, pagarés, cesiones de cheques, contratos de constitución de fideicomiso […] a través de los que prestaban el dinero receptado […] y a cambio de lo cual recibían una contraprestación dineraria».

Así, finalmente el juez resuelve dictar el procesamiento de «Oscar Rigano, Ruben Seret, Alfredo Blasco García y María Fernanda García Navarro […] por encontrar sus conductas “prima facie” incursas en los delitos de intermediación financiera no autorizada en concurso real con los delitos de lavado de activos agravado por habitualidad y asociación ilícita en su calidad de jefes u organizadores» y el de «María Isabel Ramaglio, Belén Cardoso y Juan Carlos García Navarro […] por encontrar sus conductas “prima facie” incursas en los delitos de intermediación financiera no autorizada en concurso real con los delitos de lavado de activos agravado por habitualidad y asociación ilícita en su calidad de miembros».

Esperemos que finalmente haya justicia, que la gente que confió y depositó su dinero recupere lo que es suyo, y que los que se manejaron con impunidad haciendo trabajar dinero ajeno en el exterior y apropiándose de esas ganancias, tengan que finalmente dar alguna que otra respuesta.