
En este mundo en constante cambio, las mujeres se colocan al frente de los asuntos públicos en buena parte de Europa, tanto al nivel de las naciones, como de los órganos multinacionales. Esta onda expansiva ahora llegó a una de las naciones más conservadoras del mundo: Japón.
La conservadora Sanae Takaichi, conocida por sus posturas nacionalistas, aludió este sábado a una «nueva era» al convertirse en la líder del partido gobernante en Japón y perfilarse como la primera mujer jefa del Ejecutivo en ese país asiático.
Takaichi ganó en la segunda vuelta de la votación interna del Partido Liberal Demócrata (PLD) y tiene casi asegurada la investidura en el Parlamento que, según medios locales, podría celebrarse a partir del 13 de octubre.
El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, anunció el 7 de septiembre que dimitiría al cargo tras menos de un año en el poder, presionado por las debacles electorales que sufrió su partido en las legislativas durante su mandato.
Takaichi, de 64 años, es una admiradora declarada de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher y defiende ideas conservadoras en lo social y un refuerzo de los programas de defensa, además de ser muy crítica con el aumento del poderío militar de China en la región.
«Junto con muchos de ustedes, forjamos una nueva era para el PLD», declaró Takaichi en la sede del partido en Tokio, tras imponerse al mediático y más moderado Shinjiro Koizumi, 20 años menor que ella.
«Más que sentirme feliz, ahora [siento] que hay un verdadero desafío por delante. Estoy convencida de que hay una montaña de trabajo que debemos gestionar juntos, aunando esfuerzos», aseguró. Esos esfuerzos tienen desafíos enormes, tales como la inmigración, un tema fuertemente rechazado por la población nipona en general. Si bien la potencial nueva premier rompe el techo de cristal en Japón, sus posturas son netamente conservadoras en materia de sexo, matrimonio, y relaciones con la comunidad LGBTQ.
El mundo está en zozobra y la segunda mitad del siglo XXI marcará un rumbo diferente, pero que luce inexorable.Principio del formulario