
Trágico final. El de uno de los dos hijos de Adolfo Salminci, ex administrador del edificio SEMAR XI, Marcelo Daniel Salminci, quien —según diversas fuentes— se había quitado la vida en su departamento ubicado en el mencionado edificio. Otro capítulo de esta saga perversa que le quitó años de vida a tanta gente, mientras los culpables gozaron de una inmunidad extendida. Debe decirse que, a excepción de este medio, el silencio ha sido la norma en todos los medios de la ciudad.
De finales e impunidad. Algo hay en Mar del Plata como para que, cada tanto, aparezcan nuevos dueños de la manzana. Hay un nexo curioso entre el titular de la Autoridad del Agua de la provincia y un lavadero industrial emplazado en esta ciudad: el Lavadero San José, propiedad de Pablo Adrián Pugliese, quien ostenta la única habilitación emanada de la ADA ejerciendo así una suerte de monopolio a valores fuera de mercado, actuando de manera violenta y persecutoria contra quienes pretenden competirle. Lo curioso, es que se amontonan en la ADA las solicitudes para completar las habilitaciones correspondientes y nadie parece poder mover ni un papel.
A unos algo, a otros nada. El asalto al ciclista Oscar Orono, al cual le robaron de su bicicletería dos bicis de alta gama, no ameritó palabras del intendente reclmando la pronta aparición de lo robado, como sí ocurrió con la ciclista Carolina Pérez. Interviene en este hecho delictivo la fiscal María Constanza Mandagarán, que ha hecho saber que investiga —se supone— el caso, el cual quedó grabado en las cámaras del COM… cámaras que nadie estaba mirando mientras estos hechos ocurrían.
Rompiendo el cerco informativo. En 2021, este medio daba a conocer a sus lectores que existía una relación entre el —entonces— candidato presidencial y Federico Machado, argentino radicado en EEUU con negocios diversos. Decíamos que Machado era investigado por el FBI por una causa en Texas vinculada al narcotráfico y lavado de dinero. Hubo demencia temporal por parte tanto de medios, como de políticos, y un sistema judicial que durmió la siesta hasta que el tema le explotó entre las manos.
Interrogantes en el triple crimen de Florencio Varela. A todo lo dicho ya por este horrible hecho, se agrega la situación de la dueña de la propiedad en la que se perpetró el espantoso hecho, que no es otra que Silvia Almazan, secretaria adjunta del SUTEBA. No es todo, a que una de las implicadas, Celeste Magalí González Guerrero es hija de la también funcionaria Fabiana Guerrero, quien alquilaba la casa en la cual se desarrolló esta siniestra trama. El silencio embarga a la gobernación bonaerense.