La economista Paula Bujía analizó en la 99.9 la situación cambiaria y política del país tras las recientes declaraciones del titular del Banco Central. Consideró que los errores de gestión generaron desconfianza y presión sobre el dólar, y advirtió que el verdadero desafío está en recuperar gobernabilidad y sensatez tras las elecciones de octubre.

La economista Paula Bujía afirmó en la 99.9 que el diagnóstico del presidente del Banco Central, Santiago Bausili, sobre un supuesto “ataque especulativo” contra la Argentina “no es sostenible”. A su juicio, el deterioro de la confianza responde más a errores propios que a maniobras externas. “Argentina es un país bimonetario y con una historia de volatilidad, pero este año hubo muchos errores autoinfligidos que generaron desconfianza y llevaron a la gente a refugiarse en el dólar. No creo que sea solo por factores electorales”, señaló.
Bujía recordó que en 2024 la política cambiaria había mostrado solidez, pero este año la situación se revirtió. “El año pasado casi todo les salió bien. Este año, en cambio, el tipo de cambio se movió sin control y eso erosionó la credibilidad. La parte más débil del plan económico sigue siendo la cambiaria”, subrayó.
Consultada sobre el valor de equilibrio del dólar, explicó que “no hay un número exacto”, pero que el tipo de cambio debería permitir acumular reservas y sostener la actividad interna. “Un dólar entre 1.400 y 1.600 pesos sería razonable. No necesitamos un salto a 2.000, pero el actual nivel de 1.200 probablemente no alcanza. Si no hay reformas y competitividad, el tipo de cambio actual no es suficiente”, advirtió, y anticipó que tras las elecciones podría haber “una flotación más libre, como sugiere el Fondo Monetario y Estados Unidos”.
Bujía también se refirió al interés norteamericano en el país. “Estados Unidos está mirando a la Argentina desde una óptica geopolítica: necesita proveedores confiables de recursos estratégicos como tierras raras o uranio. Pero ese apoyo no es incondicional: tiene que haber reservas, gobernabilidad y reformas. No van a poner plata indefinidamente sin explicaciones internas”, explicó.
Respecto del panorama político, fue tajante: “El problema esencialmente es político. La economía es corregible, pero sin gobernabilidad no hay rumbo posible. Este gobierno creyó que la baja de inflación alcanzaba para ganar elecciones, y eso fue una pésima lectura política”.
La economista destacó que “el 27 de octubre será clave” para definir la dirección del país. “No importa si el resultado es bueno o malo: lo importante es lo que pase después. El apoyo de Estados Unidos puede darnos tiempo, pero no reemplaza la necesidad de orden político e institucional. El gobierno tiene que actuar con menos fanatismo y más pragmatismo”, expresó.
Finalmente, Bujía llamó a recuperar la sensatez en la toma de decisiones. “No le resto mérito a los logros del año pasado, pero ese discurso ya no alcanza. Nos pusimos en una situación peligrosa e innecesaria. Es momento de corregir el rumbo con humildad y responsabilidad”, concluyó.