La periodista argentina radicada en Israel analizó en la 99.9 la influencia de Donald Trump sobre el gobierno de Benjamin Netanyahu, la crisis política interna y el futuro incierto tras la devolución de los cuerpos de rehenes de Hamás.

La periodista argentina radicada en Israel, Roxana Levinson, describió en diálogo con la 99.9 la compleja situación que atraviesa el gobierno de Benjamin Netanyahu, fuertemente condicionado por la política de Estados Unidos y las presiones internas de su propia coalición. “Hay una sensación de que nos hemos convertido en un nuevo Estado norteamericano. Desde la Casa Blanca observan todo lo que hace Israel y mucho más que eso: es un abrazo de oso tan fuerte que nos paraliza”, afirmó.
Levinson señaló que la presencia reciente en Israel de figuras como Jared Kushner, J.D. Vance y Marco Rubio refuerza esa percepción de subordinación. “Para Netanyahu es una situación muy complicada. Desde la derecha de su partido ya comienzan a cuestionar hasta qué punto está dispuesto a acatar los dictámenes de Trump”, explicó. En ese contexto, recordó que la coalición oficialista aprobó en lectura preliminar dos leyes sobre anexión de territorios en Judea y Samaria, pese a que el expresidente norteamericano había advertido que no permitiría ninguna anexión.
En relación con los rehenes, Levinson confirmó que fueron devueltos los cuerpos de 20 personas, aunque aún quedan 13 cuerpos en poder de Hamás. “El grupo terrorista usa los cuerpos no sólo como moneda de cambio, sino también para ganar tiempo y reorganizarse, mientras busca establecer en Gaza una especie de gobierno en las sombras con apoyo de Qatar y Turquía”, señaló.
La periodista advirtió que la posible intervención de tropas extranjeras, mencionadas por Trump —como Pakistán, Indonesia o Turquía— genera enorme preocupación en la población israelí. “Pakistán no sólo es aliado de Hamás, sino que desde el 7 de octubre de 2023 se acercó mucho más, dando refugio a terroristas y reforzando lazos con Arabia Saudita. Es realmente inquietante”, remarcó.
Finalmente, Levinson subrayó que el primer ministro israelí enfrenta las consecuencias de no haber planificado “el día después” del conflicto: “Durante dos años desoyó los reclamos para pensar en una propuesta política sobre el futuro de Gaza. Hoy esa propuesta le viene impuesta desde afuera, nada menos que por Donald Trump, y nadie parece animarse a decirle que no”.