Tan abandonada, como si no la quisieran

No se trata de un amor al que se abandona (¿o sí?). La ciudad está atravesando un récord de inversiones privadas con la apertura de nuevos negocios y locales, y cadenas nacionales que llegan a Mar del Plata marcando un gran momento. La obra privada, es impactante: hay barrios, en los que se ve en obra a edificios uno al lado del otro.

Pero a la Mar del Plata de los años 1950, 60 y 70, se la está llevando la piqueta: el sector público está librado a su suerte, con semáforos que se caen cuando no sopla ni una brisa, y pastos y yuyos que crecen por todos lados en medio de una mugre urbana que se muestra en todo su bizarro esplendor.

No hay novedades en cuanto a la planificación de nuevas obras de asfaltado o de reparaciones de lo que ya existe. Hace tres meses que todo está paralizado salvo una obra de refacción y reparación del camino de Las Quintas. Como corresponde a un final de época, los dimes y diretes de acciones no probas están a la orden del día.

La aparición del la Autoridad del Agua —ADA, por su acrónimo— cambiando las regulaciones al respecto de la distancia de marea sobre la costa apunta al núcleo de un esquema de acuerdos al que el ex intendente Gustavo Arnaldo Pulti llama el corazón de la caja política, al que le atribuye una cifra mensual millonaria.

Aquí, como en aquel venerable sketch original de Polémica en el Bar —el original, no el engendro que se emite hoy en día— uno de los personajes decía sistemáticamente «antes de hablar, quisiera decir una palabra».

No creo que me puedan venir a señalar justamente a mí que es un objetivo de personas de bien, que quieran a la ciudad, el tener una actitud clara ante el delegado de Kicillof en la ciudad: antes de que los actores actuales se encumbraran, cuando ellos aún usaban el pelo largo y eran irreverentes principiantes de la política, sostuve en soledad mediática la discusión con Gustavo Arnaldo Pulti durante los ocho años de deterioro de la ciudad en los que se impulsó la política kirchnerista de manera irresponsable.

Ahora: una cosa, es el delegado de Kicillof en Mar del Plata con su intento de volver, y otra muy diferente es que haya que usarlo para tapar conductas iguales o peores. Una cosa, es compartir una visión, y otra, es ser cómplice. Cada uno sabrá.

Se ha privatizado entre silencios y críticas de bajo vuelo mediático el estacionamiento medido en la ciudad. Hay un intendente que rifó su suerte política por este mismo cometido. Era otra época, es cierto. Muchos de los actores, sin embargo, están aún entre nosotros. Se anuncia la ampliación de la zona de estacionamiento, algo que el vulgo aún no dimensiona en toda su magnitud. Cuando sea un hecho, veremos qué reacción hay.

Retomando las definiciones que impulsa la Autoridad del Agua, las mismas afectan a un conjunto de empresarios muy vinculados a esta administración pero que gozan de un fuerte contacto político con el deliberativo. Las disposiciones pegan en el núcleo de una construcción de influencia en los asuntos de la ciudad que no está a la vista del ciudadano del común. Hay quien ha analizado estas reacciones, y le está pegando al chancho para que aparezca el dueño.

Se viene una…